Por Andrea Shalal y Matt Spetalnick
WASHINGTON (Reuters) - Datos sustraídos de ordenadores de Estados Unidos por supuestos piratas informáticos chinos en un reciente ciberataque incluyen información de seguridad y revisiones de antecedentes de personal que se remontan a 1985, dijeron el viernes funcionarios.
El ciberataque fue uno de los mayores robos de documentos de la administración federal, en el que se habrían comprometido datos de hasta 4 millones de empleados federales actuales y antiguos.
Según un memorando de la Cámara de Representantes, la Oficina de Administración de Personal sabe qué tipo de datos fueron expuestos pero no qué fue realmente robado.
El memorando fue enviado al personal de la cámara por el Jefe Administrativo Ed Cassidy y Reuters tuvo acceso a una copia.
Varios funcionarios estadounidenses, que pidieron el anonimato, dijeron que los piratas informáticos estarían basados en China, pero que no se sabía aún si el Gobierno de ese país o elementos criminales estaban involucrados en el incidente.
Otro funcionario dijo que el ciberataque era investigado como un tema de seguridad nacional.
Un funcionario de defensa dijo que la acción claramente apuntaba a obtener información valiosa con propósitos de inteligencia.
"Esto es abismal. Los datos se remontan a 1985. Esto significa que posiblemente tienen información sobre jubilados y que saben qué hicieron estas personas tras dejar el Gobierno", dijo un funcionario estadounidense.
El acceso a las redes de computadoras de la Oficina de Administración de Personal, que incluye archivos con fechas de nacimiento, números de seguridad social e información bancaria, podría ayudar a los hackers a dar con las contraseñas de otros sitios web, entre ellos algunas páginas que contienen datos sensibles sobre sistemas de armas, dijo el funcionario.
"Esto podría darles una enorme ventaja", aseveró el funcionario.
Investigadores relacionaron el ciberataque a la oficina a robos anteriores de datos personales de millones de registros en Anthem Inc, la segunda aseguradora de salud de Estados Unidos, y Premere Blue Cross, que brinda servicios de salud.
Un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que las acusaciones han sido frecuentes en los últimos tiempos y eran irresponsables. Los ataques informáticos con frecuencia son transfronterizos y difíciles de rastrear, afirmó.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo: "No está claro quiénes fueron los responsables".
El FBI investiga el ataque contra la oficina, que detectó actividad maliciosa afectando a sus sistemas en abril. El Departamento de Seguridad Nacional dijo que concluyó a principios de mayo que los datos de la oficina habían sido comprometidos.