Por Laurie Chen
PEKÍN, 10 ago (Reuters) - La semana pasada, la ciudad de Zhuozhou fue devastada por las peores inundaciones que se recuerdan en el norte de China. Hoy, algunos residentes se preguntan por qué el Gobierno local no hizo más por ayudarles.
Miles de hogares y medios de subsistencia sufrieron daños cuando Zhuozhou, a menos de 80 kilómetros al sur de Pekín, se llevó la peor parte de las inundaciones que arrasaron la provincia de Hebei y otras zonas del norte tras el paso del tifón Doksuri.
Las pérdidas económicas directas por las inundaciones en la zona de Baoding, que incluye Zhuozhou, ascienden a 17.000 millones de yuanes (2.360 millones de dólares), según cálculos del Gobierno local.
"En otros lugares se ve a los líderes corriendo al frente y coordinando los esfuerzos de rescate, pero en Zhuozhou desaparecieron", dijo un residente apellidado Wang, que estuvo varado en su apartamento durante tres días sin electricidad.
"Llegaron grupos de rescate de toda China, pero no encontraron a nadie con quien coordinarse".
Wu Chunlei, de 42 años, cuya casa de dos plantas y fábrica quedaron en ruinas, dijo que los aldeanos guiaron a los grupos de rescate a las zonas rurales afectadas por las inundaciones porque no había trabajadores del Gobierno presentes.
"En aquel momento no había señal telefónica y no podíamos contactar con ningún responsable local. Solo podíamos salvarnos a nosotros mismos", dijo Wu.
Reuters intentó ponerse en contacto con los Gobiernos locales de Zhuozhou y de la zona más extensa de Baoding, pero las repetidas llamadas no obtuvieron respuesta.
En un comunicado emitido el domingo, el Gobierno local de Zhuozhou afirmó que había "puesto en marcha rápidamente un plan de rescate" y que el líder del Partido Comunista de la ciudad estaba "firmemente en primera línea de la lucha contra las inundaciones y el socorro en caso de catástrofe".
Pero en una señal de que las autoridades se estaban volviendo sensibles a las críticas de las víctimas de las inundaciones, varios blogs sobre las inundaciones de Zhuozhou, incluidos relatos en primera persona, han sido censurados de la plataforma de mensajería WeChat.
(Información de Laurie Chen; información adicional de Tingshu Wang, Josh Arslan y Beijing Newsroom; editado por John Geddie y Miral Fahmy; editado en español por Javi West Larrañaga)