Por Mirwais Harooni
KABUL (Reuters) - El ministro del Interior afgano, Noor ul-Haq Olomi, ha despedido al portavoz del jefe de la Policía de Kabul por unos comentarios en la red social Facebook (NASDAQ:FB) en los que parecía intentar justificar el linchamiento de una mujer de 27 años que había sido falsamente acusada de quemar un Corán.
Cientos de manifestantes se concentraron en la capital de Afganistán el martes por segundo día para denunciar a la Policía por permitir que una muchedumbre golpeara con tablones a la mujer hasta matarla.
La mujer, de nombre Farjunda, fue asesinada y quemada la semana pasada frente a varios agentes de la Policía, después de que fuera acusada de quemar un Corán, el libro sagrado del islam.
Hashmat Stanekzai, el portavoz del jefe de la Policía de Kabul, escribió en su página personal de Facebook un día después del linchamiento que la mujer era una "no creyente" y que la gente como ella esperaba obtener la ciudadanía europea o estadounidense con muestras de blasfemia.
Su muerte generó una fuerte protesta pública en un país en el que las manifestaciones masivas de apoyo a los derechos de las mujeres son inusuales.
Los manifestantes en Kabul pintaron sus caras en color rojo el martes para representar el rostro ensangrentado de Farjunda que fue grabado a través de teléfonos móviles mientras estaba siendo golpeada.
"Hemos venido aquí para mostrar un profundo sentimiento de enfado y frustración con el proceso de reforma", dijo el exjefe de espionaje de Afganistán, Amrulá Salé, quien estaba en la protesta.
El ministro del Interior dijo el martes que otros 20 agentes, además del jefe de la Policía del distrito, habían sido destituidos por este caso.
"Está claro que hubo un error a la hora de que los policías cumplieran con su deber", dijo Olomi en un comunicado, prometiendo una investigación completa y los procesamientos si se justifica.
Los donantes extranjeros han gastado miles de millones de dólares en las fuerzas policiales de Afganistán y han intentando consolidar el estado de derecho, y muchos se sienten frustrados ante una persistente cultura de impunidad y abusos entre las fuerzas de seguridad.
El máximo órgano investigador del país ha dicho que no hay pruebas de que Farjunda quemara el Corán.
El hermano de la mujer dijo que quien había lanzado la acusación era un clérigo en su mezquita, después de que Farjunda dijera a una mujer que no pagara por amuletos de buena suerte porque eran contrarios al islam.
El presidente ha ordenado una investigación en torno a su muerte y Olomi dijo que 28 personas han sido detenidas por participar en el linchamiento.
Más de una decena de años después de la caída del duro régimen talibán que ejecutaba rutinariamente a gente por violar su interpretación de la ley islámica, Afganistán sigue siendo un país profundamente conservador. De hecho, algunos afganos se expresaron a favor del linchamiento de la semana pasada.