Por Stephanie Nebehay
GINEBRA, 12 mar (Reuters) - Estados Unidos condenó el viernes los abusos de China contra las minorías étnicas y religiosas, incluyendo lo que calificó de "crímenes contra la humanidad y genocidio" en Xinjiang contra los uigures musulmanes y severas restricciones en el Tíbet.
El secretario de Estado, Antony Blinken, que se reunirá con su homólogo chino, Wang Yi, en Alaska la próxima semana, debe plantear el trato que reciben los uigures, según han dicho autoridades estadounidenses.
China rechaza las acusaciones de Estados Unidos de haber cometido un genocidio contra los uigures y otros musulmanes en la remota región occidental, donde los activistas dicen que hay más de un millón de ellos en campos de reclusión.
"Condenamos los abusos de China contra miembros de grupos étnicos y religiosos minoritarios, incluidos los crímenes contra la humanidad y el genocidio en Xinjiang y las severas restricciones en el Tíbet", declaró Mark Cassayre, encargado de negocios de Estados Unidos, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
Chen Xu, embajador de China ante la ONU en Ginebra, no se refirió directamente a Xinjiang en un discurso en el que dijo que su país se opone a la politización de las cuestiones de derechos humanos.
Cuba, en nombre de 64 países, incluida China, dijo que Xinjiang es "una parte inseparable de China" e instó a los Estados a "dejar de interferir en los asuntos internos de China manipulando cuestiones relacionadas con Xinjiang, (y) abstenerse de hacer acusaciones infundadas contra China por motivaciones políticas".
El embajador del Reino Unido, Julian Braithwaite, declaró en el foro: "Seguimos profundamente preocupados por las extensas y sistemáticas violaciones de los derechos humanos en Xinjiang, incluyendo informes creíbles de trabajos forzados y control de natalidad forzado".
China afirma que los complejos que ha creado en Xinjiang ofrecen formación profesional para ayudar a erradicar el extremismo islamista y el separatismo. Las acusaciones de trabajos forzados y violaciones de los derechos humanos son "rumores y calumnias infundadas", según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín.
(Información de Stephanie Nebehay y Emma Farge; editado en español por Michael Susin en la redacción de Gdansk)