Por Jilian Mincer
NUEVA YORK (Reuters) - Las mujeres estadounidenses ponen fin a sus embarazos a través de medicamentos casi con la misma frecuencia que mediante cirugía, lo cual supone un punto de inflexión en Estados Unidos, según muestran datos revisados por Reuters.
Este hito se produce en medio de una tendencia de reducción del número de abortos practicados, una elección que sigue teniendo una enorme carga política en Estados Unidos y que ha provocado un encendido intercambio de posturas en el debate final entre los dos candidatos presidenciales, la demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump.
Cuando hace 16 años se aprobaron en EEUU los dos medicamentos para inducir el aborto, se esperaba que este método superase rápidamente la opción quirúrgica, como había ocurrido en gran parte de Europa. Sin embargo, los opositores a la interrupción del embarazo persuadieron a los legisladores de muchos estados para introducir restricciones a su uso.
A pesar de que muchas de estas barreras siguen vigentes, los esfuerzos innovadores de distribución llevados a cabo en algunos estados, así como las limitaciones de acceso al aborto quirúrgico en otros y una mayor sensibilización, han elevado los abortos con medicamentos a un 43 por ciento del total de las interrupciones de embarazos en las clínicas de planificación familiar Planned Parenthood, el mayor proveedor de el país de estos servicios.
Este porcentaje, correspondiente al año 2014, se situó en el 35 por ciento en 2010, según datos no habían sido revelados previamente por la organización sin ánimo de lucro.
La media nacional es probablemente mayor ahora, ya que las nuevos protocolos de prescripción de ámbito federal entraron en vigor en marzo. En tres de los estados en los que este cambio ha tenido un mayor impacto (Ohio, Texas y Dakota del Norte), la demanda de aborto a través de medicamentos se triplicó en los últimos meses hasta un 30 por ciento del total de intervenciones, según datos recopilados por Reuters.
Entre los estados con menos restricciones o que carecen de estas, este método de interrupción del embarazo supone un porcentaje todavía mayor, alcanzado hasta un 55 por ciento en Michigan y un 64 por ciento en Iowa.