Por Mark Bendeich
MILAN (Reuters) - La Unión Europea elegirá probablemente antes de junio una nueva sede para el regulador de medicamentos comunitario, dijo el alcalde de Milán, una de las ciudades que compiten por albergar a la organización después de Brexit.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA en sus siglas en inglés), que emplea a 890 empleados, es la responsable de la aprobación de los medicamentos en toda la UE, pero su ubicación futura no está clara tras la decisión de Reino Unido de abandonar el bloque.
"El tiempo aprieta. Dependerá de la resolución final del Reino Unido (sobre el Brexit) pero según nuestra información, probablemente en abril decidirán definir eso. En un par de meses elegirán el destino final," dijo Giuseppe Sala en una conferencia de prensa en Milán.
El alcalde agregó que se requerirían un par de años antes de que la agencia se mudara.
La EMA es el organismo más grande de la UE en Reino Unido y es un activo importante para las otras ciudades que buscan atraer a empleados altamente cualificados.
La lista de países que compiten por acoger la agencia incluye también a Dinamarca, Suecia, España, Francia, Irlanda y Polonia. Además de crear puestos de trabajo, la EMA también tiene el potencial de actuar como un centro de productos farmacéuticos, una de las industrias más importantes de Europa.
Sala estuvo acompañado en la rueda de prensa por el ministro de Economía, Pier Carlo Padoan, quien, junto con el primer ministro y el presidente de Italia, se ha unido al esfuerzo del ayuntamiento de Milán para persuadir tanto a la EMA como a la Autoridad Bancaria Europea de trasladarse desde Londres a Milán.
Cuando se le preguntó si el ayuntamiento ya había recibido señales positivas en este asunto, Sala dijo: "Sabemos que muchas ciudades de Europa están compitiendo, es difícil decirlo ahora ... Es claro para todos que se trata de un asunto político".
Una portavoz de la EMA en Londres se negó a comentar sobre el calendario de un eventual traslado, señalando que la ubicación de la agencia después del Brexit sería decidida por los Estados miembros de la UE de común acuerdo.
La incertidumbre que rodea la agencia comunitaria, equivalente a la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos, preocupa a los grupos farmacéuticos, que temen que el la gestión del sistema europeo de aprobación de medicamentos pueda sufrir posibles interrupciones y retrasos.
Además, hay una preocupación particular por las relaciones entre la EMA y un futuro regulador británico independiente. Los ejecutivos de las compañías farmacéuticas están preparados para que Gran Bretaña elija a su propio regulador de medicamentos en el proceso del Brexit, pero quieren que el Reino Unido continúe trabajando estrechamente con la EMA, acordando reglas recíprocas para la aprobación de medicamentos.