BEIRUT (Reuters) - El ejército sirio reanudó el lunes su ofensiva contra los combatientes del Estado Islámico en el sur de Damasco, después de un corto alto al fuego que permitió la evacuación de mujeres, niños y ancianos, dijo la televisión estatal.
El ejército sirio y sus aliados han estado luchando desde hace semanas para recuperar el pequeño enclave en manos del Estado Islámico, el último reducto ajeno al control del gobierno en la capital y sus alrededores.
La televisión estatal siria transmitió imágenes de la zona destruida y dijo que los ataques aéreos "apuntaban a los últimos restos terroristas en la zona" después de informar anteriormente de un alto el fuego temporal de carácter humanitario que entró en vigor el domingo por la noche.
Las imágenes mostraron a los soldados haciendo señales de la victoria, ondeando armas y banderas sirias ante una ciudad en ruinas. Los edificios estaban destrozados por los bombardeos, las balas habían perforado las paredes, las antenas parabólicas de metal estaban dobladas y quemadas y la cúpula de una mezquita tenía un agujero enorme cerca de su base.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, un grupo con sede en Reino Unido que monitoriza la guerra, dijo el domingo que los combatientes habían empezado su retirada hacia el territorio controlado por el Estado Islámico en el este de Siria bajo un acuerdo de rendición, pero los medios sirios dijeron que continuaban los combates.
El Observatorio dijo el lunes que los autobuses ya habían comenzado a partir del sur de Damasco hacia zonas en manos del Estado Islámico en el este de Siria.
El grupo yihadista actualmente sólo controla un pequeño enclave al sur de Damasco y dos áreas sitiadas en el desierto en el este del país, mientras que otro grupo insurgente que le juró lealtad controla un pequeño bastión al suroeste.
Las fuerzas a favor del Gobierno sirio han organizado una operación intensiva para recuperar el enclave controlado por el Estado Islámico en el sur de Damasco, en al Hajar al Aswad, y el adyacente campo de refugiados palestinos de Yarmuk, desde que expulsaron a los rebeldes de Guta Oriental en abril.