Por Karolos Grohmann
BERLÍN (Reuters) - El fútbol alemán está en el ojo del huracán después de que una comisión antidopaje dijera que el uso de sustancias prohibidas tanto en este deporte como en el ciclismo durante las décadas de 1970 y 1980 era algo más que simplemente atletas que individualmente decidieron pasarse de la raya.
Durante décadas, Alemania ha intentado investigar el dopaje sistemático en la antigua República Democrática Alemana antes de la caída del muro de Berlín en 1989, pero existen indicios de que también estaba presente en el deporte de la parte occidental.
Estas sospechas han sido en parte confirmadas ahora, según la evaluación llevada a cabo por una comisión que investigaba el pasado relacionado con el dopaje de la Universidad de Friburgo, con pruebas que apuntan al mundo del fútbol y el ciclismo.
El informe de 60 páginas aún no ha sido publicado, pero el comunicado de dos páginas emitido el lunes por uno de los miembros de la comisión fue suficiente para levantar revuelo.
El club de la Bundesliga VfB Stuttgart, que fue campeón en 1984, y el Friburgo, en segunda división en la época investigada, dijeron que aún tenían que ver el informe completo que se remonta a décadas atrás, dificultando la labor de contrastar la información.
La federación ciclista de Alemania se mostró reservada en sus reacciones el martes.
"Durante los últimos 10 años, la federación alemana de ciclismo se ha posicionado claramente en la lucha contra el dopaje a través de la prevención y la información, para contribuir a que las nuevas generaciones vean esta manipulación como lo que es, hacer trampas", dijo el secretario general del organismo, Martin Wolf.
La vaca sagrada de Alemania, la Bundesliga, nunca ha sufrido acusaciones similares, con sólo algunos positivos por dopaje durante las últimas décadas.
Todos ellos fueron achacados rápidamente a los errores de individuos concretos, en lugar de a una red de dopaje organizado, manteniendo intacta la imagen de una liga limpia de sustancias prohibidas.
Pero ahora debe enfrentarse a las acusaciones al respecto más duras hasta la fecha, según las cuales los jugadores del Friburgo y el Stuttgart habrían consumido presuntamente estas sustancias.
La Federación Alemana de Fútbol (DFB, por sus siglas en alemán) dijo que a pesar de que no había sido informada del caso, quería total transparencia en el asunto.
"Hay graves acusaciones aquí, que por supuesto tienen que aclararse completamente", dijo el vicepresidente de la federación Rainer Koch en el sitio web de la DFB.
"Uno tiene que admitir que la lucha antidopaje en aquellos años no se llevaba a cabo seriamente y tampoco se gestionó en la DFB con tanta meticulosidad como a uno le habría gustado".
"El fútbol alemán de hoy es muy consistente y estricto en su lucha contra el dopaje. Especialmente en los últimos 20 años muchas cosas han cambiado y se ha hecho mucho", dijo.
La liga de fútbol no quiso hacer declaraciones al respecto cuando Reuters contactó con el organismo.
En el centro del asunto está el antiguo jefe de la unidad de traumatología deportiva de la Universidad de Friburgo, Armin Kluemper, que presuntamente habría provisto a los atletas de anabolizantes.
El miembro de la comisión de evaluación Fritz Soergel dijo que, especialmente en el fútbol, era el momento de afrontar estas acusaciones.