ATENAS (Reuters) - Los partidos de la Superliga griega se disputarán a puerta cerrada por segunda semana consecutiva después de una invasión de campo que llevó a la suspensión del partido de cuartos de final de la Copa de Grecia entre el AEK de Atenas y el Olympiacos el miércoles.
"Siguiendo las recomendaciones del viceministro de Cultura, Educación y Religión, Stavros Kontonis, así como de la policía y el DEAV (la comisión antiviolencia del fútbol heleno), la jornada número 28 se disputará a puerta cerrada", dijo un comunicado del gobierno el jueves.
"La decisión será remitida al organismo rector de la Superliga", añadió.
La turbulenta temporada de fútbol en Grecia continuó con un partido de cuartos de final de Copa entre el AEK de Atenas y el Olympiacos en el Estadio Olímpico del AEK. El encuentro fue suspendido después de que un grupo de unos veinte aficionados del equipo local irrumpiera en el terreno de juego y lanzase objetos a los jugadores y la policía.
El incidente tuvo lugar justo después del gol que anotó Franco Jara para el Olympiacos en el minuto 89, que daba la clasificación al equipo visitante. Jara celebró el tanto quitándose la camiseta y pateando con rabia el banderín de córner, y de inmediato algunos aficionados del AEK comenzaron a lanzar objetos al terreno de juego y un grupo de unas veinte personas saltó al césped desde las gradas.
Los jugadores del Olympiacos abandonaron el campo de inmediato, y pronto les siguió el trío arbitral y el equipo del AEK, mientras la policía se desplegaba para restaurar el orden.
Poco más de media hora después, se anunció que el partido no continuaría y que el Olympiacos pasaría automáticamente a las semifinales.
La Superliga se reanudó el fin de semana pasada a puerta cerrada, después de una suspensión del torneo durante una semana debido a los recurrentes problemas con los hinchas.
El AEK, que lidera la segunda división griega, se enfrenta ahora a la posibilidad de perder tres puntos como sanción disciplinaria al haberse suspendido el partido por invasión de campo.
Se trataba del primer partido importante desde que volvió el fútbol en Grecia, un derbi en la capital con 65.000 aficionados en las gradas del Estadio Olímpico, después de que los encuentros del fin de semana pasado se jugasen en estadios vacíos.
El partido Syriza, que gobierna Grecia, dijo que estaba decidido a acabar con la violencia en el fútbol. 2015-03-12T162230Z_1007100001_LYNXMPEB2B0TB_RTROPTP_1_OESSP-GRECIA-AFICIONADOS.JPG