Por Zoran Milosavljevic
MADRID (Reuters) - El Real Madrid tendrá que sobreponerse a una gran presión para ganar su primer título de Euroliga desde 1995, este fin de semana en una Final Four de la que es anfitrión.
La fase final del torneo europeo cuenta con el Fenerbahce turco, que se jugará con los merengues el viernes un puesto en la final del próximo domingo, así como el CSKA de Moscú y el Olympiacos Piraeus, que disputan la otra semifinal.
Considerados los máximos favoritos para alzarse con el que sería su noveno título en la competición, el Real Madrid encontrará un rival peligroso en el Fenerbahce, que ha llegado a la Final Four de la mano del antiguo entrenador de los blancos Zeljko Obradovic, quien condujo al equipo a ganar su último título de la Euroliga hace ya veinte años.
El técnico serbio, de 55 años, que ha logrado ocho títulos en la máxima competición continental de clubes de baloncesto con cuatro equipos distintos, también ejerció de mentor para el actual entrenador del Madrid, Pablo Laso, cuando ganaron la Copa Saporta en 1997.
Conocido por apostar por un estilo de juego fluido y ofensivo y confiar en el instinto y el talento de sus jugadores, Laso aclaró que no tendría reparos si tuviera que cambiar de estrategia después de la sorprendente derrota de su equipo en la final del año pasado a manos del Maccabi de Tel Aviv.
"Si ganamos la Euroliga en un partido feo, estaré tan contento como si la ganamos haciendo un gran partido", dijo el entrenador vitoriano en unas declaraciones recogidas en la web oficial de la competición (www.euroleague.net).
"El Fenerbahce es un equipo con talento, contra el que es muy duro jugar y son capaces de cambiar el ritmo del partido. Tengo mucho respeto por Obradovic, aprendí mucho en los dos años que pasé con él".
La gran inversión realizada por los propietarios del club turco se rentabilizó en la segunda temporada al mando de Obradovic, que barrió por 3-0 al Maccabi en cuartos de final.
Habiendo ganado cinco de sus ocho títulos europeos con el Panathinaikos, el exbase yugoslavo advirtió que disputar la final en casa podría ser un arma de doble filo para el Real Madrid.
"Si ganas, todo el mundo dirá que tenías ventaja, y si pierdes dirán que fue por la presión", dijo.
"Harán todo lo que puedan para ganarnos y después llevarse la competición, pero tenemos que ir pensando que tenemos oportunidades".
El CSKA, seis veces ganador del torneo, se enfrentará a su némesis, el Olympiakos, que ya derrotó a los rusos en el último instante de la final de 2012 y en semifinales en 2013.