MADRID (Reuters) - El Gobierno socialista de Pedro Sánchez y Unidos Podemos acordaron el jueves modificar algunos aspectos de la reforma laboral de 2012, pero su propuesta es menos ambiciosa de lo que ambos partidos habían anunciado en campaña electoral.
La reforma laboral de 2012 se aprobó en el marco de la petición del rescate financiero y ha sido uno de los cambios legislativos que han defendido con más energía los organismos internacionales en un país todavía con un 15 por ciento de paro estructural.
Entre otras cuestiones, el Gobierno del Partido Popular aprobó dar más poder de negociación a los representantes sectoriales frente a los convenios que se negocian en las empresas, un aspecto que Podemos y PSOE habían asegurado que si gobernaban derogarían.
Pero el pacto solo aborda la "no-caducidad" de los convenios, la revisión de las causas para descolgarse de un acuerdo laboral y una apuesta genérica por reducir el empleo temporal.
El acuerdo, que todavía tiene que pasar un difícil trámite al no sumar entre las dos formaciones suficiente mayoría parlamentaria, prevé subir los impuestos y una batería de medidas de gasto público. [nL8N1WR26U]
Una fuente de Unidos Podemos próxima a las negociaciones reconoce que han puesto más énfasis en lograr una subida del salario mínimo interprofesional (que se ha acordado en 900 euros para 2019) que en revertir esa parte de la reforma.
Por su parte, una portavoz del ministerio de Trabajo asegura que no han incluido ese punto porque se está negociando con patronal y sindicatos en otro ámbito y que en su interés está continuar la negociación.
En una visita a España apenas dos semanas antes de la firma del acuerdo, el FMI pidió al Gobierno que "preservara" la reforma laboral.
"Resulta crucial preservar el espíritu de las reformas, en particular la prevalencia de los convenios colectivos de empresa sobre los sectoriales ", aseguraba en su informe sobre España el organismo.
El secretario general de CCOO -principal sindicato de España-, Unai Sordo, dijo en una conversación telefónica que el acuerdo en materia laboral es "limitado" e "inconcreto" y que incluso está por debajo de los avances que ya habían logrado en la negociación tripartita con Gobierno y sindicatos.
El pacto sí refleja algunos aspectos del llamado "diálogo social" como igualar las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados - con colectivos singularmente afectados como las camareras de piso -o crear un registro para evitar las horas extraordinarias no remuneradas.
(Información de Belén Carreño)