Por Philip Pullella y Daniel Bases
NUEVA YORK (Reuters) - El papa Francisco, un día después de dirigir un discurso ante Naciones Unidas en Nueva York, viajará el sábado a Filadelfia, la cuna de la independencia estadounidense, para promover el tema de la libertad religiosa en el penúltimo día de su primera visita a Estados Unidos.
El pontífice argentino de 78 años, que tiene previsto llegar a Filadelfia desde Nueva York sobre las 1530 horas, tiene previsto visitar el Independence Hall, el edificio de ladrillos rojos del siglo XVIII donde fueron adoptados dos de los documentos más importantes del país, la Declaración de Independencia y la Constitución.
Francisco realizará un mitin en ese lugar con hispanos y otros inmigrantes sobre el tema de la libertad religiosa. El evento combina los dos aspectos que le preocupan más al pontífice: la mala situación de los inmigrantes que buscan una vida mejor para ellos y sus familias, y la libertad para practicar la religión.
El Papa ha denunciado la persecución de los cristianos y otras minorías religiosas en Oriente Próximo.
En su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas el viernes, el Papa destacó que los cristianos y otras religiones minoritarias en Oriente Próximo "han sido obligados a ser testigos de la destrucción de sus lugares de trabajo, su herencia cultural y religiosa, sus casas y propiedades" y se han visto forzados ya sea a escapar o a enfrentar la muerte o la esclavitud.
En su discurso, el papa también denunció "una sed egoísta e ilimitada de poder y prosperidad material" en el mundo que ocasiona el uso incorrecto de los recursos naturales y la exclusión de "los débiles y desamparados".
El líder de 1.200 millones de católicos en el mundo también tiene previsto celebrar una misa matutina en la Catedral Basílica de San Pedro y San Pablo en Filadelfia y liderar un servicio de oración por la tarde en el Encuentro Mundial de las Familias, un congreso para promover los valores familiares.
El Papa concluirá el domingo su visita de seis días a Estados Unidos con una misa a las afueras del neoclásico Museo de Arte de Filadelfia que atraería a cerca de 1,5 millones de personas.
El viernes en Nueva York, Francisco oró en el monumento dedicado a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre del 2001. Posteriormente fue aclamado por una multitud de fieles estimada en 80.000 personas mientras avanzaba en el papamóvil por Central Park antes de dirigirse al famoso Madison Square Garden para presidir una misa ante unos 20.000 asistentes.