LONDRES, 14 sep (Reuters) - La Unión Europea elevó el lunes la presión sobre el primer ministro británico, Boris Johnson, para que dé marcha atrás en su plan de romper el acuerdo de Brexit, aplazando una decisión clave sobre la compensación y liquidación de transacciones con euros en Londres, justo cuando se enfrenta a una rebelión en el Parlamento.
La UE afirma que el plan de Johnson hará naufragar las conversaciones comerciales y llevará a Reino Unido a un Brexit desordenado, mientras exlíderes británicos han advertido que violar la ley es un paso demasiado extremo que dañará la imagen del país.
La Cámara de los Comunes tiene previsto votar la Ley de Mercado Interno -que la UE ha exigido que se descarte antes de fines de mes- a su etapa siguiente de enmiendas, tras un debate que presentará Johnson.
Mientras el mandatario se preparaba para intentar persuadir a los legisladores de que merece la pena apoyar su plan de romper de forma explícita con el derecho internacional, una fuente de la industria de derivados dijo que la Comisión Europea aplazó la decisión sobre la compensación y liquidación de operaciones financieras con euros.
Johnson, que tiene una mayoría de 80 escaños en la Cámara baja, se enfrenta a una creciente revuelta. Todos los exprimeros ministros británicos aún vivos han expresado su preocupación por el plan, al igual que muchas destacadas figuras del Partido Conservador.
"Ningún ministro británico debería comprometerse de forma solemne a respetar las obligaciones de tratados con los dedos cruzados tras la espalda", dijo Geoffrey Cox, exfiscal general de Johnson e influyente entre sus colegas, en el diario The Times.
El líder del opositor Partido Laborista, Keir Starmer, que está en cuarentena por el coronavirus, dijo que se opondrá a una ley que viola el derecho internacional.
El plan de Johnson de romper de forma explícita la ley internacional ha vuelto a hundir al país en la crisis al Brexit menos de cuatro meses antes de que salga de la órbita de la UE al final de un periodo de transición, al tiempo que podría complicar las negociaciones comerciales.
El legislador conservador Rehman Chishti, que fue enviado especial de Johnson sobre libertad religiosa, renunció a su cargo, afirmando que no puede respaldar la ley. "Como parlamentario durante 10 años y exabogado, valores como el respeto a la ley y el cumplimiento de la palabra son muy preciados para mí", tuiteó.
Ministros británicos dijeron que la ley, que indica de forma explícita que podría ser inconsistente con una serie de normas internacionales, pretende aclarar ambigüedades -sobre todo en Irlanda del Norte- y actuar como salvaguardia si fracasan las negociaciones comerciales.
No obstante, algunos diplomáticos de la UE creen que Londres está fomentando el colapso de las conversaciones para obtener el acuerdo que quiere o irse sin un pacto. La UE alega que no puede creer en los que rompen acuerdos y que si la ley no es descartada no habrá un acuerdo comercial que cubra todo, desde los recambios para coches a la comida.
(Información de Guy Faulconbridge, Huw Jones, Kate Holton, Elizabeth Piper, William James y Michael Holden; editado en español por Carlos Serrano)