Por James Mackenzie
ROMA (Reuters) - El partido de centroizquierda del primer ministro italiano, Matteo Renzi, prometió el lunes seguir con su agenda de reformas tras los buenos resultados conseguidos por los partidos euroescépticos y antisistema en las elecciones locales.
Los candidatos del centroizquierda apoyados por el Partido Democrático (PD) de Renzi lograron cinco de las siete regiones donde el domingo se votaba. Pero un retroceso en el voto global y la pérdida de la región clave de Liguria ha erosionado la supremacía incuestionable de Renzi, de 40 años, en la política italiana desde que se convirtió en primer ministro en febrero de 2014.
Responsables del PD dijeron que los resultados, que siguen dando al partido el control del gobierno de 17 de las 20 regiones del país, mostró claro apoyo a la agenda de Renzi. Sin embargo, no pudieron ocultar su decepción por la pérdida de Liguria, en parte por un candidato disidente de izquierdas que dividió el voto.
"Obviamente, el resultado en Liguria es amargo para nosotros", dijo la vicesecretaria del PD, Debora Serracchiani. Añadió que el resultado global justificaba las promesas del gobierno de cambiar la legislación laboral, el sistema judicial y la administración pública de cara a resucitar la letárgica economía italiana.
La Liga Norte, con ideología antieuropeísta y antinmigración, se benefició de la preocupación pública por la llegada de refugiados al sur de Italia para obtener una decisiva victoria en la región del Veneto, en el noreste. También se expandió fuera de sus bastiones tradicionales.
Junto con el fuerte apoyo al antisistema Movimiento 5 Estrellas, el resultado confirmó el atractivo de estas formaciones en la tercera economía de la eurozona tras años de recesión y austeridad dictada por Bruselas.
"RENZI TENDRÁ MÁS DIFÍCIL GOBERNAR"
Para el PD, el resultado es una abrupta caída desde un récord del 41 por ciento obtenido por Renzi en las europeas del año pasado tras llegar al poder en un golpe interno de partido.
"A partir de ahora, para Renzi será más difícil gobernar", dijo el diario La Stampa en un editorial en portada.
La baja participación, de apenas un 54 por ciento, mostró también la desilusión de los votantes tras una campaña dominada por escándalos de corrupción y fricciones internas del partido.
Matteo Salvini, el líder de 42 años de la Liga Norte, ha surgido como uno de los principales ganadores y se ha convertido en la principal figura de la derecha italiana.
Su popularidad está eclipsando la del ex-primer ministro Silvio Berlusconi, de 78 años, que ha luchado para mantener unido a su partido Forza Italia.
El lunes, Salvini dijo que ya estaba mirando a las elecciones generales previstas para 2018.
"Estoy preparado para desafiar Renzi mañana por la mañana. Los votantes que eligen la Liga están eligiendo un movimiento con valentía, que creo que va a gobernar Italia", dijo al Canale 5 de la televisión.