TÚNEZ (Reuters) - El principal partido islamista de Túnez, Ennahda, aceptó la derrota en las elecciones del domingo y ha felicitado a su rival laico Nidaa Tounes por ganar más asientos en el parlamento, dijo un alto cargo de Ennahda el lunes.
"Aceptamos este resultado, y felicitamos al ganador", dijo Lotfi Zitoun, un alto cargo del partido Ennahda, a Reuters.
Zitoun dijo que el partido reiteró su llamamiento para la formación de un Gobierno de unidad, que incluya a Ennahda, en beneficio del país.
Una fuente del partido laico de Túnez había informado el lunes por la mañana de que había "indicaciones" que sugerían que su partido había obtenido más de 80 escaños en las elecciones para el nuevo parlamento de 217 miembros frente a los 67 que obtendría el partido islamista Ennahda.
Se espera que las autoridades electorales anuncien los resultados oficiales al final del día, pero el resultado es un duro golpe para Ennahda, que dirigió el Gobierno tras obtener la mayoría de los asientos en las primeras elecciones libres tras la caída de Zine el Abidine Ben Ali en 2011.
Los tunecinos votaron el domingo para la creación de un nuevo parlamento en unos comicios que ponen la democracia a su alcance casi cuatro años después del levantamiento que provocó la caída del autócrata Ben Ali e inspiró las revueltas de la "Primavera árabe". El partido islamista moderado Ennahda y su rival Nidaa Tounes eran considerados favoritos para ganar la mayoría de los escaños.
No se espera que ningún partido gane claramente, por lo que es muy probable que se forme una coalición durante las próximas elecciones para formar un nuevo Gobierno. Las elecciones presidenciales del próximo mes probablemente también retrasen la formación inmediata de un nuevo Gobierno.
Las autoridades electorales tienen previsto dar los resultados el lunes por la noche, pero los grandes partidos tienen observadores en cada centro de votación para vigilar el recuento.
Túnez ha vivido una evolución reciente menos convulsa que sus vecinos que también derrocaron a sus líderes durante los levantamientos de la Primavera Árabe en 2011, evitando en gran medida la polarización entre los que desean un estado más islamista y los que prefieren uno más laico.
El papel del islam en la política dominó las primeras elecciones de 2011, y ahora el empleo, las oportunidades económicas y el conflicto leve de Túnez con los militantes islámicos son las principales preocupaciones de un país que depende del turismo extranjero.
Después de superar una crisis política que amenazaba con echar por tierra su joven democracia, Túnez aprobó una nueva constitución al principio del año y ganó elogios como modelo para una región que lucha con el caos y la violencia.
Los críticos culpan al Gobierno de Ennahda junto a dos pequeños socios laicos de gestionar mal la economía, por su falta de experiencia y la laxitud de trato con los islamistas radicales. Su gobierno se vio obligado a dimitir tras la muerte de dos líderes opositores el año pasado.
Después de superar una crisis política que amenazaba con echar por tierra su democracia incipiente, Túnez aprobó una nueva constitución al principios de año y ganó elogios como modelo para una región que lucha con el caos y la violencia.