Por Andrei Makhovsky y Gabriela Baczynska
MINSK/BRUSELAS, 19 ago (Reuters) - El presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, ordenó el miércoles a la policía poner fin a las protestas en Minsk, en una señal de escalada de la crisis luego de una semana y media de manifestaciones multitudinarias contra su gobierno.
La orden de Lukashenko se produjo en momentos en que los líderes de la Unión Europea se reúnen de emergencia para analizar la convulsión política en Bielorrusia, un leal aliado de Rusia, que ha militarizado las fronteras de la UE.
Se espera que las líderes de la UE aprueben sanciones contra las autoridades bielorrusas a las que responsabiliza por el fraude electoral después de una disputa por los resultados de las elecciones del 9 de agosto, que según la oposición ganó.
Sin embargo, también se prevé que eludan tomar medidas más dramáticas que puedan provocar una intervención de Moscú.
"No debería haber más desorden de ningún tipo en Minsk", dijo Lukashenko en comentarios reportados por la agencia oficial de noticias, Belta. "La gente está cansada. Las personas demandan paz y tranquilidad", sostuvo.
El mandatario ordenó reforzar la seguridad de las fronteras para evitar un "flujo de combatientes y armas". Los trabajadores de medios estatales que renunciaron durante las protestas por las políticas del gobierno no serán recontratados, manifestó.
Funcionarios de naciones de Occidente están tratando de impedir una escalada de la crisis como lo ocurrido en Ucrania hace seis años, cuando una violenta represión de un líder aliado de Rusia generó una revuelta y provocó una intervención militar de Moscú, causando un letal conflicto.
(Información de Andrei Makhovsky desde Minsk, Maria Kiselyova y Rinat Sagdiev desde Moscú, Yoruk Isik desde Estambul, Geert De Clercq desde París y Simon Johnson desde Estocolmo; escrito por Matthias Williams y Peter Graff; editado en español por Marion Giraldo)