MADRID (Reuters) - Los socialistas ganarían las elecciones en Andalucía el próximo 22 de marzo, pero se verían obligados a pactar para gobernar en el que ha sido su bastión tradicional en los últimos 30 años, según un sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) difundido el jueves.
El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) obtendría un 34,7 por ciento de los votos, frente al 25,7 por ciento del Partido Popular (PP) y el 19,2 por ciento de Podemos, la formación antiausteridad de un año de vida que entraría en la cámara andaluza como tercera fuerza política.
El fragmentado parlamento regional resultante, en el que irrumpiría también Ciudadanos con un 6,4 por ciento de los sufragios, obligaría a pactos y sería un ensayo general de lo que podría pasar a nivel local y nacional en un 2015 plagado de citas electorales en España.
La llegada de Podemos y Ciudadanos - formación centrista que ha saltado a la arena nacional tras conseguir nueve escaños en Cataluña en 2012 - restaría votos al bipartidismo PP-PSOE, pero también a Izquierda Unida, que con un 6,6 por ciento pasaría de tercera a cuarta fuerza política el 22-M, según el CIS.
El PSOE cede algo de terreno en una región que ha sido considerada tradicionalmente su granero de votos, pero los grandes perjudicados son el PP e IU, a los que los ciudadanos dan la espalda en un momento de rechazo a los partidos políticos tradicionales por la crisis y la corrupción.
Según la estimación del centro estatal, el PSOE se quedaría a once escaños de la mayoría absoluta después de perder tres frente a los comicios anteriores - de 47 a 44 -, mientras que el Partido Popular pasaría de 50 a 34 en una cámara de 109 diputados.
Podemos obtendría 21-22 escaños, mientras que IU cedería entre siete y ocho escaños desde los 12 logrados en los comicios de hace tres años.
OBLIGADOS A PACTAR
Un resultado como el que apunta el CIS - que sitúa la abstención en el 11 por ciento y a los indecisos en el 16,7 por ciento - dejaría a la actual presidenta andaluza, la socialista Susana Díaz, ante el dilema de gobernar en minoría o buscar alianzas con PP o Podemos, algo a lo que se ha mostrado reacia.
Díaz, que asumió el cargo en 2013 a raíz de la dimisión de su predecesor, abre hoy la campaña tras adelantar las elecciones en enero por la inestabilidad que dijo le generaba IU, con la que el PSOE se alió en 2012 para impedir gobernar a un PP que por primera vez fue la fuerza más votada en la región.
Las elecciones en Andalucía - la región más poblada de España con casi 8,5 millones de habitantes - serán las primeras de una serie de comicios en el país muy reñidos tras la irrupción de Podemos, a la que el CIS situó en enero como segunda fuerza política a nivel nacional por delante de los socialistas.
El declive que prevén los sondeos para el PSOE a nivel estatal ha llevado a que dentro del partido se cuestionara al secretario general, Pedro Sánchez, cuyo liderazgo podría correr peligro si obtiene malos resultados en las elecciones municipales y autonómicas de mayo.
La propia Díaz, a la que varios altos cargos socialistas apuntan como posible sustituta de Sánchez, ha cuestionado en los últimos meses al equipo del actual líder del partido, pese a que ella insiste en que su compromiso principal sigue siendo gobernar en Andalucía.
El sondeo telefónico se realizó en Andalucía entre 3.130 personas entre el 30 de enero y el 17 de febrero.