MADRID (Reuters) - El Gobierno catalán dijo que mantenía la consulta ciudadana sobre la independencia del próximo domingo pese a la suspensión decretada por el Tribunal Constitucional el martes.
Al admitirse judicialmente a trámite el recurso del Gobierno central, que considera que la iniciativa carece de base legal, la consulta queda suspendida a la espera de una resolución sobre el fondo de la cuestión, lo que podría tardar meses.
Sin embargo, el Gobierno catalán, que ha anunciado que llevará al Ejecutivo de Mariano Rajoy a los tribunales por abuso de poder, dijo que mantenía el proceso participativo "con todas las consecuencias".
"Todo está a punto para el 9 de noviembre y el Govern mantiene el proceso participativo", dijo el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, en rueda de prensa en Barcelona.
"Ahora más que nunca hay que estar unidos para defender todos juntos y con rotundidad y determinación la libertad de expresión de los ciudadanos", añadió.
El Gobierno de Mariano Rajoy pidió que se suspendiera la iniciativa alegando que enmascaraba un referéndum sobre autodeterminación que el mismo Constitucional había suspendido en septiembre pasado y que querían celebrar la mayoría de los catalanes.
"Ningún gobernante puede decidir lo que cumple o deja de cumplir, la ley es igual para todos", dijo la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, a los medios, el martes.
Una de las vías en que la Generalitat podría seguir adelante con su propuesta es delegando al completo el proceso a las organizaciones de la sociedad civil que ya están implicadas y que podrían sacar urnas para permitir que los catalanes opinen sobre su relación con España.
"Entendemos con prudencia que ese relevo se debería producir y desarrollar con total normalidad", dijo el portavoz socialista en el Parlamento catalán, Maurici Lucena.
"UN BUROFAX NO PARARÁ AL PUEBLO CATALÁN"
La consulta, que al igual que el referéndum no era vinculante, contaba con la aprobación de la mayoría de las fuerzas del Parlamento catalán y a ella se sumaron prácticamente la totalidad de los ayuntamientos de una región de 7,5 millones de habitantes.
"Si alguien se cree que con un burofax pararán al pueblo de Cataluña, es que no conocen al pueblo de Cataluña", dijo a los medios el portavoz parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Alfred Bosch, cuyo partido respalda la consulta.
Unos 5,4 millones de los habitantes de esta rica región estaban llamados a responder a la doble pregunta "¿Quiere que Cataluña sea un Estado?" y, en caso afirmativo, "¿quiere que ese Estado sea independiente?"
En un sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat difundido la semana pasada, un 64,2 por ciento de los catalanes votaría "Sí" a la primera pregunta y un 76,9 por ciento respondería afirmativamente a la segunda, lo que arrojaría un resultado del 49,4 por ciento a favor.
No está claro si las autoridades españolas ordenarán arrestos u otras acciones legales contra los catalanes que organicen votaciones no oficiales el domingo.
En cualquier caso, el presidente catalán, Artur Mas, que ha convocado para el miércoles una reunión del pacto nacional por el derecho a decidir, ha sugerido que podría adelantar las elecciones autonómicas, previstas para noviembre de 2016, a modo de plebiscito.
Para que eso ocurra, Mas tendría que conseguir apoyos entre los partidos proindependencia, principalmente ERC, que sería la fuerza más votada en Cataluña de celebrarse hoy esos comicios.