SAN JOSÉ (Reuters) - El volcán Turrialba disminuía su actividad el martes, tras haber arrojado cenizas durante la víspera que cubrieron el valle central de Costa Rica y pusieron en alarma a las autoridades, que mantenían una alerta moderada ante los episodios eruptivos de uno de los volcanes más grandes del país.
El Turrialba, de 3,340 metros de altura y ubicado a unos 70 kilómetros de la capital San José, registró el lunes un nuevo episodio de actividad y las cenizas arrojadas provocaron la suspensión de 120 vuelos en el aeropuerto de la capital San José, de acuerdo a la comisión nacional de emergencias, conocida como CNE.
"Las erupciones ya no son tan violentas, tan agresivas como las que teníamos ayer", dijo a Reuters el geólogo Blas Sánchez, de la CNE.
"Ahora más bien se ven erupciones 'poco energéticas', que alcanzan, aproximadamente, unos 500 metros como máximo y se deposita todo el material en los alrededores (...) en un área que no sobrepasa más de tres kilómetros (...) desde el cráter”, explicó.
Debido a la disminución de las erupciones no se han llevado a cabo desalojos de personas en la zona cercana al volcán, una zona ganadera y agrícola, explicó Sánchez.
Más temprano, el presidente de la CNE, Iván Brenes, dijo que se mantiene el acceso restringido en un cerco de cinco kilómetros a la redonda del volcán.
El Turrialba está cerca del volcán Irazú, de mayor altura; ambos son dos de los volcanes más grandes del país centroamericano e importante productor de café arábiga.
El volcán Turrialba ha tenido actividad de importancia en el último año. En mayo del 2015, registró una erupción y en mayo de este año otra.