Por Jonathan Allen
NUEVA YORK (Reuters) - Illinois se unió a Nueva York y Nueva Jersey al el sábado imponer cuarentenas obligatorias para las personas que lleguen con riesgo de haber contraído ébola en África Occidental, pero la primera persona aislada bajo las nuevas reglas, una enfermera que regresó de Sierra Leona, criticó con dureza su tratamiento.
Bajo una política iniciada el viernes, los que llegan a los aeropuertos John F. Kennedy o Libertad de Newark después de tener contacto con pacientes con ébola en Liberia, Sierra Leona o Guinea deben someterse a una cuarentena obligatoria por 21 días.
La enfermera Kaci Hickox fue puesta en cuarentena en Newark después de regresar el viernes tras trabajar para Médicos sin Fronteras en Sierra Leona.
Hickox, que fue trasladada desde el aeropuerto a un hospital donde inició su periodo de aislamiento, calificó como confusa y desconcertante su experiencia en el aeropuerto y dijo que le preocupaba que se aplicara el mismo tratamiento a otros trabajadores de la salud estadounidenses que están tratando de ayudar a combatir la epidemia.
"Yo (...) pienso en muchos colegas que regresarán a casa bajo el mismo calvario", escribió Hickox en un artículo publicado el sábado el diario The Dallas Morning. "¿Nos harán sentir como criminales y prisioneros?".
"Temo que, al igual que yo, lleguen y vean un frenesí de desorganización, el miedo y, lo más aterrador, la cuarentena", dijo en el artículo, publicado en la página web del periódico. (http://bit.ly/1w4Vi4J)
Las cuarentenas estatales fueron impuestas después de que un médico de Nueva York fue diagnosticado con la enfermedad el jueves, días después de regresar a la ciudad desde Guinea tras atender a pacientes con ébola para Médicos Sin Fronteras.
El médico Craig Spencer se está tratando en el Bellevue Hospital Center de Manhattan y presenta una condición estable. Es la cuarta persona en ser diagnosticada con la enfermedad en Estados Unidos y la primera en la ciudad más grande del país.
Su caso, y el hecho de que estuviera fuera de casa en la ciudad en el período antes de que sus síntomas surgieran, aumentó las preocupaciones en Estados Unidos sobre la propagación de una enfermedad que ha matado a miles de personas en África Occidental.
Las preocupaciones por el ébola se han convertido en un asunto político de cara a las elecciones legislativas del 4 de noviembre.
ILLINOIS SE UNE
Illinois también solicitará cuarentenas obligatorias a cualquier persona que haya tenido contacto directo con pacientes con ébola en esos países, dijo el gobernador Pat Quinn en un comunicado. La nueva medida probablemente está dirigida a personas que llegan al aeropuerto internacional Chicago O'Hare.
El aeropuerto es uno de las cinco de Estados Unidos donde se realizan controles de salud a los pasajeros cuyos viajes se iniciaron en los tres países de África Occidental que han soportado el peso del peor brote de ébola de la historia.
Estos pasajeros están obligados a ingresar a Estados Unidos por estos cinco aeropuertos.
Las autoridades de salud en Virginia, donde se encuentra el aeropuerto internacional Dulles de Washington, dijo que el estado está revisando sus políticas de cuarentena. En Georgia, donde se encuentra el aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, los funcionarios no estuvieron inmediatamente disponibles para hacer comentarios.
Las cuarentenas obligatorias impuestas por los estados exceden las normas federales actuales, a pesar de que el Gobierno del presidente Barack Obama está debatiendo medidas similares.
El presidente Barack Obama instó el sábado a los estadounidenses a guiarse por "hechos y a no temer".
"Hemos estado examinando los protocolos para la protección de nuestros valientes trabajadores de la salud y, guiados por la ciencia, vamos a seguir trabajando con los funcionarios estatales y locales para tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la salud del pueblo estadounidense", dijo Obama en su discurspo semanal por radio.
El ébola ha matado a casi la mitad de las más de 10.000 personas diagnosticadas con la enfermedad, predominantemente en Liberia, Sierra Leona y Guinea, aunque la cifra real es mucho mayor, según la Organización Mundial de la Salud.