Por Philip O'Connor
(Reuters) - Los clubes tienen que adoptar un enfoque a largo plazo sobre la salud mental de sus jugadores, y no sólo durante sus contratos, aseguró a Reuters el director médico del sindicato de futbolistas FIFPro.
La cuestión se abordó después de que el exjugador de la Premier League y también exdirector de la Asociación Inglesa de Futbolistas Profesionales Clarke Carlisle dijera esta semana que había intentado suicidarse cuando se estrelló contra un camión en diciembre.
Carlisle jugó más de 500 partidos durante su carrera futbolística de 16 años pero ahora lucha por adaptarse a su vida fuera de los campos, que tuvo un altibajo cuando a tres días de la última navidad intentó suicidarse.
"(Carlisle es) un ejemplo extremo, por supuesto, pero cuando ocurre esto es un poco sorprendente, (pero) no importa si es un futbolista o un ser humano cualquiera", dijo el doctor Vincent Gouttebarge en una entrevista.
Gouttebarge es el autor de un estudio piloto de 2013 que evidenciaba cómo uno de cada cuatro futbolistas profesionales mostraba síntomas de depresión durante su carrera, cifra que aumentaba hasta un 40 por ciento cuando se retiraban de los estadios.
Esta cuestión, que en su momento fue un tema tabú, ha pasado a primer plano después de varios casos de jugadores de alto nivel y de exjugadores luchando con problemas de salud mental, algunos de ellos acabando trágicamente con sus vidas.
La muerte del que una vez fue el respetado entrenador del Gales Gary Speed en un aparente suicidio conmocionó al fútbol británico en 2011, al igual que lo hizo en Alemania el caso de Robert Enke, el portero que luchó contra una depresión durante varios años que acabó con su vida en 2009.
Gouttebarge aplaude la decisión de que muchos equipos ya cuenten con psicólogos deportivos, pero ha hecho un llamamiento para que tomen medidas desde una perspectiva de largo plazo.
"Los clubes son empleadores, y por ley tienen que promover y proteger la salud y la seguridad de sus jugadores durante su carrera, no sólo su salud física en términos de lesiones, sino también su salud mental", dijo.
"El equipo sólo mira desde la perspectiva del corto plazo. Si un jugador sólo tiene un contrato de dos años con el club, es difícil ampliar esa perspectiva", añadió.
"Pero la federación ubica la salud y la seguridad del jugador en una perspectiva de largo plazo, durante y después de su carrera y, por supuesto, los clubes tienen la responsabilidad".
Gouttebarge ha indicado que quizás sólo el tres por ciento de los jugadores acaba siendo económicamente independiente al final de sus carreras, y que el dinero no es un seguro contra las enfermedades mentales.
"Los futbolistas profesionales son como cualquiera. Son, primero, seres humanos, a pesar del dinero y de la atención (que reciben) de los medios", dijo.
"También están expuestos durante sus carreras, en el campo y en sus vidas privadas, al estrés psicosocial", añadió.
El francés, de 39 años, ha compaginado los últimos años de su carrera como jugador en el Almere City holandés con sus estudios de medicina, y se prevé que publicará un estudio más completo sobre el fútbol y la salud mental.
"Con todos los conocimientos que hemos adquirido estamos en el camino de ampliar la preocupación por la salud mental en los deportes, añadió. 2015-02-07T101108Z_1007100001_LYNXMPEB150VQ_RTROPTP_1_OESSP-ENTREVISTA-FIFPRO.JPG