Por Mohammad Yunus Yawar y Syed Hassib
HERAT, Afganistán, 9 oct (Reuters) - Dos días después de que la ciudad noroccidental de Herat y sus alrededores fueran sacudidas por los terremotos más mortíferos que han sacudido Afganistán en años, los equipos de rescate se afanaban el lunes por sacar sobrevivientes y muertos de entre los escombros.
Según la administración talibán, al menos 2.400 personas murieron y muchas más resultaron heridas en los sismos, que figuran entre los que más vidas se han cobrado este año después de los de Turquía y Siria, en los que se calcula que murieron 50.000 personas.
Los vecinos Pakistán e Irán ofrecieron enviar personal de rescate y ayuda humanitaria, mientras que la Cruz Roja china ofreció ayuda en efectivo. Un equipo técnico iraní ya estaba en la zona, según declaró el mulá Janan Sayeeq, portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, durante una rueda de prensa.
"Pido a todos los países que nos ayuden en este momento crucial", afirmó. Según indicó, las operaciones de rescate están en curso, añadiendo que todavía hay personas atrapadas bajo los escombros en dos pueblos y que los equipos están trabajando para sacarlas.
El portavoz del gobernador de Herat, Nissar Ahmad Elyias, señaló a Reuters que más de una docena de pueblos de los alrededores de Herat también se habían visto afectados.
Muchos edificios de la ciudad de Herat quedaron relativamente intactos, pero los minaretes medievales de sus famosas mezquitas sufrieron algunos daños, según mostraron fotografías en las redes sociales.
"Muchos miembros de nuestra familia han sido martirizados, entre ellos uno de mis hijos, y mi otro hijo también está herido", dijo a Reuters Mir Ahmed, residente de Herat, en un hospital que estaba tratando a muchos supervivientes. "La mayoría de la gente está bajo los escombros".
En un comunicado emitido a última hora del domingo, la Oficina Humanitaria de la ONU cifró en 1.023 el número de fallecidos, en 1.663 el de heridos y en más de 500 el de desaparecidos. Asimismo, indicó que todas las viviendas del distrito de Zindajan, en Herat, habían quedado destruidas.
(Reporte adicional de Emma Farge en Ginebra; escrito por Gibran Peshimam; editado en español por Carlos Serrano)