Por Rodrigo De Miguel
MADRID (Reuters) - Cinco días después de confirmarse en Madrid el primer contagio conocido por ébola fuera de África, el Gobierno español creó el viernes un comité especial y revisó los protocolos de actuación ante una enfermedad altamente contagiosa.
El Ejecutivo intenta así contrarrestar la preocupación en la opinión pública por el contagio de Teresa Romero, una auxiliar de enfermería de 44 años que ingresó el lunes en el hospital tras tratar a los dos misioneros españoles repatriados de África Occidental y fallecidos por ébola recientemente.
El contagio ha producido un clamor de expertos sanitarios, sindicatos y medios de comunicación por los posibles fallos que llevaron a que la enfermera, cuyo estado era estable el viernes tras empeorar la víspera, se infectase.
Los partidos de la oposición, sindicatos sanitarios y asociaciones han criticado la gestión de la ministra de Sanidad, Ana Mato, y del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Javier Martínez, y han pedido la dimisión de ambos.
Conscientes del fuerte escrutinio y preocupación públicas, Mato y los consejeros de Sanidad de todas las comunidades autónomas escenificaron el viernes por la tarde su unidad con una declaración pública en la que por primera vez se reconoció la labor de la única contagiada.
"En primer lugar, y es nuestra prioridad, trasladamos nuestro apoyo a Teresa Romero, reconociendo su generosa labor incluso a riesgo de su salud", dijeron ante los periodistas en una declaración preparada tras el Consejo Interterritorial de Sanidad.
La ministra de Sanidad, que no quiso contestar a las preguntas de si se sentía desautorizada por la creación de un comité especial, dijo que se han cambiado los protocolos de actuación ante otros posibles casos, siendo el principal la reducción a 37,7 desde 38,6 grados de temperatura para considerar un contacto directo como sospechoso.
El segundo es la elevación del nivel de riesgo para los contactos directos de pacientes con ébola -entre los que están los profesionales sanitarios-, que pasarán a considerarse de alto riesgo, lo que implica una mayor vigilancia sobre ellos.
"Hasta ahora se suponía que en cuanto se quitaban el traje (protector) ya no estaban en riesgo", dijo la portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Catalán en el Congreso, Conchita Tarruella, a Reuters.
La parlamentaria añadió que el criterio de temperatura anterior podría servir para los países africanos donde hay difícil acceso a antipiréticos, pero en el caso de España, donde sí existe un fácil acceso a estos fármacos, no tenía sentido.
La enfermera acudió al médico días después con sólo unas décimas de fiebre y, cuando se puso en contacto en tres ocasiones con el equipo que supervisaba a los sanitarios que estuvieron en contacto con los religiosos, se la tranquilizó, según los sindicatos de enfermería.
La veterana profesional sanitaria dijo que se pudo contagiar al tocarse la cara con los guantes tras atender a Manuel García Viejo, el segundo de los religiosos a los que trató voluntariamente y que falleció el 25 de septiembre.
COMITÉ A DIARIO
El comité presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, también estará integrado por Mato y representantes de los ministerios de Exteriores, Defensa, Interior, Presidencia, Economía y Justicia.
El grupo, que se reunirá al menos una vez al día, también contará con representantes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid y del hospital Carlos III, donde están ingresados la contagiada y otras 13 personas que estuvieron en contacto con ella.
Tras la primera visita del Gobierno al hospital, el presidente Mariano Rajoy reiteró por segunda vez en menos de tres días su mensaje de calma por el riesgo bajo de contagio e insistió en que lo importante ahora es el trabajo que se está haciendo con los pacientes.
"El primer objetivo se llama Teresa Romero, es la única persona que está que sepamos enferma. En segundo lugar, vigilar la situación de algunas personas que han estado en contacto con ella.. En tercer lugar, se investiga qué es lo que ha podido ocurrir en una enfermedad que no es conocida, en todo Occidente es la primera vez que se está tratando", dijo Rajoy en una comparecencia en la que no admitió preguntas.
Un grupo de enfermeras apostadas a las puertas del centro Carlos III lanzó guantes al vehículo de Rajoy, en una muestra de rechazo a la gestión gubernamental de la última semana y a las palabras del consejero de Sanidad madrileño, que culpó a la auxiliar de enfermería del contagio.
"ALGO NO SE HIZO BIEN"
Los parlamentarios de la oposición han dicho que los cambios en el protocolo suponen un reconocimiento oficial de que algo ha fallado.
"Son muy significativos esos cambios, yo creo que eso supone un reconocimiento claro de que algo no se hizo bien y esa es una de las primeras conclusiones que yo saco de la reunión de ayer", dijo el viernes José Martínez Olmos, portavoz de Sanidad del PSOE en el Congreso, a la Cadena Ser.
La paciente infectada está siendo tratada con diversos sueros contra la enfermedad, según fuentes del hospital.
RTVE informó de que se le iba a administrar el suero Zmapp con el que se trató a dos doctores estadounidenses que han sido dados de alta, pero ni fuentes de La Paz ni la ministra de Sanidad confirmaron esa información.