MADRID (Reuters) - El presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, acudirá al Consejo Europeo que abordará este jueves y viernes la crisis de los refugiados con una posición de rechazo a las expulsiones masivas de refugiados a Turquía, tras un acuerdo alcanzado de forma unánime por el Parlamento.
El pacto entre los grupos políticos que Rajoy llevará a la cumbre de Bruselas dice que cualquier expulsión sólo será posible cuando se haya concluido el correspondiente expediente de asilo individualizado con todas las garantías.
El documento, ultimado justo antes de la comparecencia del secretario de Estado para la Unión Europea, Fernando Eguidazu, ante la Comisión Mixta Congreso-Senado, defiende también que se abran vías legales de acceso al territorio comunitario, como visados humanitarios.
Tras el desencuentro entre el Gobierno en funciones y la Cámara salida de las elecciones del pasado mes de diciembre, que exigía la comparecencia de Rajoy para consensuar su posición ante el Consejo, el propio Eguidazu colaboró con los portavoces del resto de los grupos para ayudar a cerrar el acuerdo a la hora en la que debía comenzar la comisión parlamentaria.
"Cualquier actuación debe respetar los derechos de los solicitantes de asilo, la legalidad internacional y la europea. Es bajo todas estas premisas que debe entenderse el eventual acuerdo entre la Unión Europea y Turquía", dijo Eguidazu durante su comparecencia ante la Cámara.
El alto cargo insistió durante su intervención en que el criticado texto salido de la cumbre entre la UE y Turquía del pasado 7 de marzo sobre la crisis migratoria -cuestionado por la ONU y grupos de derechos humanos por su posible ilegalidad-, sólo había sido "una declaración, no un acuerdo ni un preacuerdo".
"No se aprobó el texto, y la prueba de eso es que se está negociando", dijo Eguidazu señalando que fue fruto de un "cierto ejercicio de improvisación" tras la presentación del acuerdo por parte del Gobierno turco en la mañana de la cumbre.
El representante del Gobierno dijo que el objetivo del acuerdo era salvar vidas -"estamos creando vías alternativas legales y seguras para que la gente pueda venir a Europa y no se juegue la vida"- y fue muy crítico con la labor de la UE durante la crisis.
"Tenemos que espabilar, el hecho de que la reubicación esté funcionando tan tarde y tan mal nos debería hacer sentir avergonzados a todos los europeos, pero es un problema que hay que resolver en el punto de origen", declaró.
Antes de la comisión parlamentaria, representantes de diferentes grupos parlamentarios respaldaron las más de 100.000 firmas recogidas por Oxfam Intermón exigiendo el bloqueo del preacuerdo sobre la devolución de refugiados, mientras que Save the Children también reunió unas 50.000 firmas pidiendo la no ratificación del texto.