Por Mustafa Mahmoud
KIRKUK, Irak (Reuters) - Militantes de Estado Islámico atacaron dos instalaciones de energía en el norte de Irak el domingo, matando al menos a cinco trabajadores y paralizando una instalación de extracción de petróleo, dijeron fuentes de seguridad y petroleras.
El primer ataque, en la central de compresión de gas AB2, a unos 15 kilómetros al noroeste de Kirkuk, comenzó alrededor de las 0300 (0000 GMT), cuando cuatro hombres armados con granadas de mano iniciaron un ataque que dejó a dos guardias en estado crítico.
Después mataron a cuatro empleados de una sala de control en el interior y plantaron cargas de explosivos, unas cinco de las cuales explotaron, dijeron las fuentes.
Fuerzas del servicio de elite antiterrorista irrumpieron en las instalaciones, recuperaron el control y liberaron a otros 15 empleados que se habían escondido en una habitación.
Las fuerzas de seguridad creen que los atacantes escaparon a la estación petrolera de Bai Hassan, 25 km al noroeste, dijeron las fuentes.
Allí lanzaron un ataque similar, uno de ellos detonando su chaleco explosivo en una puerta de acceso para permitir que los otros entraran. Una vez dentro de la instalación, otros dos atacantes hicieron detonar sus chalecos explosivos, destruyendo un tanque de almacenamiento de petróleo.
El cuarto asaltante murió más tarde en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. También murió un ingeniero y seis policías resultaron heridos, dijeron fuentes de seguridad.
El ataque obligó a la suspensión de la actividad en una estación de petróleo que había estado produciendo 55.000 barriles por día, dijeron fuentes del sector petrolero. No estaba claro si las operaciones volverían a la normalidad.
La agencia de noticias Amaq, que apoya a Estado Islámico, dijo en un mensaje distribuido en internet que los combatientes del Estado Islámico habían irrumpido en las instalaciones de Bai Hassan, pero no hizo mención del ataque anterior.
El grupo ha lanzado ataques con anterioridad sobre instalaciones petroleras en la zona, en varias ocasiones sobre pozos de petróleo en el campo petrolífero de Khabbaz, al suroeste de Kirkuk.
Los insurgentes yihadistas, que en 2014 se apoderaron de un tercio del territorio del país productor de la OPEP, han perdido muchas áreas ante las fuerzas iraquíes respaldadas por los ataques aéreos de la coalición liderada por EEUU, pero aún controlan la ciudad norteña de Mosul, su capital oficiosa en Irak.