Por Sylvia Westall y Mariam Karouny
BEIRUT (Reuters) - Combatientes del grupo Estado Islámico han ejecutado a decenas de miembros del Ejército sirio a los que habían tomado como rehenes tras capturar una base aérea en el noreste del país, según un vídeo colgado el jueves en YouTube.
El vídeo, confirmado como genuino por un combatiente de Estado Islámico, muestra los cadáveres de decenas de hombres yaciendo boca abajo y sin más prendas que su ropa interior. Están en una fila que parece tener decenas de metros de largo. Otra pila de cadáveres aparece cerca. Reuters no pudo confirmar de manera independiente la autenticidad del vídeo.
El subtítulo dice que son 250 cadáveres. Un combatiente del Estado Islámico en Raqa dijo a Reuters vía Internet: "Sí, los hemos ejecutado a todos".
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que supervisa el conflicto usando fuentes sobre el terreno, dijo que el número de fallecidos es de más de 120.
El vídeo comienza mostrando a los cautivos caminando rápido por el desierto en una columna, descalzos, en ropa interior y con las manos detrás de la cabeza, con combatientes armados andando y en coche a ambos lados. Uno de ellos grita "Estado Islámico", a lo que los soldados replican "pervivirá".
El grupo, una escisión radical de Al Qaeda, asaltó la base aérea de Tabqa el domingo después de fuertes combates con el Ejército sirio, y dijo haber capturado y matado a decenas de soldados y oficiales en una de las batallas más sangrientas hasta ahora entre las dos partes.
La captura de Tabqa, el último bastión del Ejército en la zona, y la aparente muestra en público de la captura y ejecución de un gran número de soldados muestra cómo el grupo integrista ha cimentado su poder sobre el norte del país.
Estado Islámico controla alrededor de un tercio de Siria, sobre todo en el norte y el este del país.
Estados Unidos ha llevado a cabo ataques aéreos contra Estado Islámico en Irak y ha dejado abierta la opción de una acción similar en Siria.
El Gobierno sirio, marginado por Occidente, se ha presentado como un socio en la guerra contra los extremistas islámicos, pero Washington, que ha apostado su política siria sobre la premisa de la marcha del presidente sirio Bashar el Asad, dice que es parte del problema.