Por Phil Stewart
BAGDAD (Reuters) - El más alto oficial militar de Estados Unidos llegó el sábado a Bagdad en una visita sorpresa y dijo a sus soldados que el impulso en la campaña contra el Estado Islámico estaba "comenzando a cambiar", pese a que predijo una campaña que puede durar varios años.
Es el primer viaje del general Martin Dempsey a Irak desde que el presidente estadounidense Barack Obama, alarmado por el avance de los combatientes del Estado Islámico, ordenó el envió de fuerzas menos de tres años después del retiro de las tropas estadounidenses de Irak.
Solo horas antes, un coronel del ejército iraquí dijo que las fuerzas de seguridad parecían estar muy próximas a recuperar la mayor refinería del país, Baiji, la que durante meses ha estado bajo el asedio de militantes del Estado Islámico.
Obama autorizó la semana pasada el envío de hasta 1.500 efectivos a Irak, prácticamente duplicando la presencia de tropas estadounidenses, que asesoran y entrenan a fuerzas kurdas e iraquíes.
Dempsey dijo a las tropas que los militares estadounidenses han ayudado a las fuerzas iraquíes y kurdas a "sacar a Irak del precipicio".
"Y ahora, creo que está comenzando a cambiar. Así que bien hecho", dijo Dempsey a un grupo de Marines en la embajada de Estados Unidos en Bagdad. Reuters lo acompañó en su viaje.
El Estado Islámico ha capturado grandes extensiones de territorio en Irak y Siria, donde Estados Unidos y sus aliados realizan ataques aéreos para cumplir con el objetivo declarado de Obama de "humillar y destruir" a los militantes.
En cualquier caso, Dempsey no se mostró triunfante.
El Estado Islámico secuestró a 36 personas en el oeste de Irak el sábado.
El general estadounidense insistió en que las fuerzas militares no podrían acabar con el Estado Islámico a menos que el Gobierno iraquí pueda superar la división entre chiíes y suníes.
"Quiero tener una impresión de nuestro lado sobre cómo va nuestro aporte", dijo antes de llegar a Bagdad Dempsey, quien preside el Comando Conjunto de los militares estadounidenses.
Dempsey se reunió también con altos funcionarios iraquíes.
El sábado un coche bomba mató a cinco soldados iraquíes en el norte de Bagdad, dijeron fuentes policiales.
Unos 1.400 efectivos estadounidenses están en Irak, pero tras la nueva autorización de Obama podrían elevarse hasta 3.100.