FRÁNCFORT, 9 abr (Reuters) - Los dirigentes del Banco Central Europeo temían un rápido deterioro de la economía de la zona euro cuando decidieron una serie de medidas urgentes, pero algunos todavía expresaron sus reservas sobre el lanzamiento de nuevas compras de deuda, según las actas de la reunión de emergencia del 18 de marzo publicadas el jueves.
Ante la caída de los mercados financieros y el alza en los costes de la deuda para los miembros más débiles de la zona euro, el BCE acordó en una reunión a última hora de la noche dejar de lago muchas de sus normas sobre iniciativas de estímulo y comprar hasta 1,1 billones de euros de deuda este año con el fin de ayudar a empresas y Estados en dificultades.
La maniobra supuso un giro notable con respecto a los seis días anteriores, cuando el BCE acordó un pequeño aumento en la compra de activos y la presidenta del BCE, Christine Lagarde, le restó importancia a la crisis, argumentando incluso que no era trabajo del BCE ayudar a "reducir los diferenciales".
Este comentario provocó el mayor incremento diario en los costes de los préstamos italianos desde 2011 y provocó críticas de los inversores e incluso de jefes de Estado, que lo consideraron una falta de solidaridad con los países que luchan contra el virus.
"Hubo un acuerdo unánime en que se necesitaban acciones audaces y decisivas para contrarrestar los graves riesgos que plantea la rápida propagación del coronavirus para el mecanismo de transmisión de la política monetaria", dijo el BCE.
"Algunos miembros expresaron reservas acerca de la necesidad de poner en marcha un nuevo programa dedicado a la compra de activos", dijo el BCE, que añadió que también se expresó alguna duda acerca de la comunicación propuesta sobre el límite de emisión.
"Sin embargo, a pesar de las dudas, también se manifestó la disposición a aceptar el mensaje cuidadosamente redactado, en vista de la magnitud de las perturbaciones del mercado y los desafíos que se plantean en el cumplimiento del mandato del BCE", añadió.
El BCE, al igual que otros grandes bancos centrales, ha intensificado su respuesta a la pandemia, anunciando una amplia serie de medidas de estímulo, entre ellas la de preparar el terreno para imprimir dinero de manera ilimitada en un principio.
(Información de Balazs Koranyi y Francesco Canepa; traducido por Tomás Cobos)