Por Ian Simpson y Chris Prentice
WASHINGTON/NUEVA YORK (Reuters) - Una poderosa tormenta atlántica se fortaleció el sábado en la tarde tras pasar por las islas de la costa de Carolina del Norte en camino a la costa del Atlántico medio estadounidense, donde se preveía que arruinara el fin de semana largo con fuertes vientos, lluvias torrenciales y subidas del nivel del mar.
Meteorólogos estiman que la tormenta, llamada Hermine y clasificada como un huracán de categoría 1 hasta que perdió potencia tras sembrar la destrucción en Florida y Georgia, permanecerá costa afuera entre Virginia y Nueva York durante días.
Pero, antes de eso, los meteorólogos creen que Hermine se dirigirá al noreste, disminuirá su velocidad de avance en la noche del sábado, cobrará impulso y luego volverá a tener fuerza de huracán el domingo.
"Va a permanecer costa afuera y va a ser un evento costero tremendo, con inundaciones peligrosas y muchas olas más grandes que probablemente causarán una erosión significativa en la playa, en los próximos días", comentó Daniel Brown, uno de los especialistas en huracanes del centro.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, declaró estado de emergencia en tres condados costeros del estado, que fue devastado por la supertormenta Sandy en 2012.
Al sur, el gobernador de Delaware, Jack Markell, declaró un estado de emergencia limitado para el condado de Sussex, que incluye los complejos turísticos costeros de Bethany Beach y Rehoboth Beach.
Hermine provocó apagones, inundaciones, caídas de árboles y del tendido eléctrico en Carolina del Norte, mientras que lluvias y marejadas provocaron inundaciones en la costa de Virginia desde Virginia Beach a Norfolk.
La tormenta, que perdió sus características tropicales más temprano el sábado, avanzaba lentamente costa afuera de Carolina del Norte y cobraba fuerza, dijo el Centro Nacional de Huracanes.
Residentes subieron a redes sociales fotografías de inundaciones y marejadas desde Carolina del Norte a Delaware. "Casi ser volado por esta tormenta en el paseo costero en Ocean City valió la pena por Dunkin Donuts", escribió en Twitter una usuaria llamada Jessica, desde una ciudad turística en Maryland.
A las 2100 GMT, el centro de la tormenta se movía a unos 19,31 kilómetros por hora en aguas costa afuera de Norfolk, Virginia, con vientos sostenidos de hasta 70 kilómetros por hora, afirmó el Centro Nacional de Huracanes.
En Virginia había 55.000 casas y negocios sin energía, Chesapeake y Virginia Beach informaron de árboles caídos y apagones y Norfolk registró hasta 101,6 milímetros de lluvias, dijeron funcionarios.
Las autoridades informaron de un fallecido en Ocala, en el norte de Florida, cuando un árbol cayó y mató a un indigente que dormía dentro de una tienda de campaña.
Los planes para el fin de semana largo por el Día del Trabajo de muchos turistas que viajarían a las playas de la costa atlántica se vieron estropeados después de que la tormenta golpeó a la industria del turismo en Florida.
Funcionarios en Atlantic City, Nueva Jersey, cancelaron conciertos del fin de semana y las playas estaban cerradas en varias comunidades.
En Florida, aumentaban las preocupaciones por aguas estancadas, donde se procrean los mosquitos, mientras el estado combate un brote del virus de Zika, transmitido por esos insectos.
(Reporte adicional de Dan Whitcomb en Los Angeles y Frank McGurty en Nueva York; escrito por David Belley. Editado en español por Patricio Abusleme)