Por Mary Milliken
LOS ANGELES (Reuters) - Puede que para el observador externo Hollywood irradie glamour natural, pero cualquiera que haga películas dirá que es un proceso largo y arduo, que conlleva además continuos golpes al ego y las cuentas bancarias.
Eso podría explicar por qué dos películas que plasman la
lucha inherente del negocio del espectáculo -"Birdman" y
"Boyhood"- son las principales aspirantes para llevarse el
galardón a la mejor película de los premios de la Academia, cuya
edición número 87 se celebra el domingo.
Los expertos dicen que el resultado es uno de los más difíciles de predecir en años, aun cuando "Birdman" tiene una ventaja marginal.
Y además hay margen para que otro de los nominados llegue
por sorpresa y se adjudique el máximo honor.
La fortaleza de "Birdman" no sólo radica en sus nueve
nominaciones al Oscar, en sus premios precedentes y su proeza
cinematográfica de filmar como si fuera una sola toma, sino
también en una historia que atrae al mayor bloque de votantes de
la Academia: los actores.
El director, el mexicano Alejando González Iñárritu,
presenta a un superhéroe que trata de regresar al mundo del
espectáculo, personificado por Michael Keaton, cuya propia
carrera decayó tras el éxito de "Batman".
"El mensaje de la película es que aunque estés desempleado y
no tengas todo el éxito que mereces, igualmente eres una persona
maravillosa", dijo Tim Gray, editor de la revista Variety.
"Creo que todos en la Academia pueden identificarse con ello
porque esa es la realidad en la industria: mucho tiempo
desempleado", añadió.
Es por eso que Keaton podría quedarse con el premio a mejor
actor, superando a Eddie Redmayne, que ya ganó varios galardones
por su interpretación del físico Stephen Hawking en "La teoría del todo".
DIVIDIDOS
Por su parte, "Boyhood" es una historia más simple del
desarrollo de un hijo de padres divorciados. Su director,
Richard Linklater, se ganó el respeto de la industria por una
proeza nunca antes intentada: rodar la película durante 12 años,
con los mismos actores y con un presupuesto mísero.
Podría pasar también que los principales candidatos se
dividan los premios a mejor película y mejor director, como
ocurrió el año pasado con "12 años de esclavitud" y "Gravity".
"Parece que mucha gente ha dicho que si vota por 'Birdman'
en una de esas dos categorías, votará por 'Boyhood' en la otra",
dijo Paul Sheehan, editor de la pronosticadora GoldDerby.com.
Pero como la categoría a mejor película se realiza por
votación preferencial -en la que los electores proponen a sus
favoritos por orden de preferencia en vez de marcar un único
candidato-, podría prevalecer la segunda opción.
Y para Sheehan, esa segunda opción sería "El Gran Hotel Budapest", del director Wes Anderson.
Su extravagante y colorida película ambientada en el pasado
de un decadente hotel europeo cosechó elogios de críticos y el
público.
Otras películas en carrera, aunque con menos fuerza, son
"The Imitation Game", sobre cómo el matemático británico Alan
Turing descifró códigos nazis durante la Segunda Guerra Mundial,
"La teoría del todo", sobre la vida de Hawking, y
"Whiplash", sobre la relación entre un exigente profesor de
música y un alumno obsesionado con ser el mejor.
Pero entre el público, la película más popular es "El francotirador", el retrato que realiza el director Clint Eastwood del francotirador y militar estadounidense Chris Kyle, tras sus cuatro períodos en Irak.
"El francotirador" recaudó 307 millones de dólares en el
mercado doméstico, superando la taquilla de las otras siete
nominadas juntas. Además, ganó fuerza en las últimas semanas en
medio de un encendido debate sobre la guerra y los
francotiradores.
Finalmente, el apoyo inicial que captó "Selma" se disipó
tras ser nominada sólo en dos categorías. La película, basada en
una protesta encabezada por el activista por los derechos
civiles Martin Luther King Jr., se convirtió así en el símbolo
de la falta de diversidad entre las nominadas de este año.