Por Daniel Trotta
LA HABANA (Reuters) - Más de un millar de gays, lesbianas y transgéneros marcharon el sábado por las calles de La Habana, mostrando orgullosamente su orientación sexual en una sociedad en que aún persisten fuertes rasgos de discriminación.
La VIII Jornada Cubana Contra la Homofobia y la Transfobia tuvo un significado adicional este año para unas 20 parejas que participaron de una celebración en la que intercambiaron votos simbólicamente, ya que los matrimonios entre personas del mismo sexo son ilegales en Cuba.
La multitudinaria ceremonia estuvo inspirada en las bodas masivas de más de un centenar de parejas del mismo sexo realizadas en un evento del Orgullo Gay que se llevó a cabo en Toronto en junio.
"Nuestra familia nos acepta, pero la sociedad no. Y si mañana uno no está, el otro pierde todo. No es justo", dijo Raúl Orta, quien se "casó" con su pareja hace 13 años, Yaimel Medina.
"Llevamos ocho años viviendo un sueño que no pensamos que fuera posible", añadió.
La marcha, al ritmo de la conga y los tambores que marcaban el ondeo de las banderas del arco iris, dio a los gay en Cuba y a quienes los apoyan una inusual oportunidad de celebrar sin temor.
Orta dijo que la situación para los homosexuales en el interior del país era más dura que en la capital.
Para muchos homosexuales cubanos de provincias, el abierto despliegue de la celebración en La Habana fue incluso más liberador.
"En el interior del país, ni tan siquiera soñar con un evento como éste. Es un evento único que es sorprendente para los gays, que uno puede mostrar realmente la cara que tiene sin esconderse a nadie", dijo Raiza Marmol, que se mudó desde Camagüey hace dos años e intercambió votos con su pareja, Yatiana García.
En el pasado,, Cuba mandó a personas homosexuales a campos de trabajo, una política que el presidente cubano admitió que fue errada.
Los homosexuales en Cuba han causado gran revuelo en años recientes por la ayuda prestada por Mariela Castro, hija del actual presidente cubano Raúl Castro y sobrina de Fidel.
En otros sitios de Latinoamérica han legalizado los matrimonios del mismo sexo, pero en Cuba la posibilidad de las uniones homosexuales parece aún lejana.
"No nos importa ser el primero. Lo que importa es lograrlo", dijo Mariela Castro a periodistas.