(Reuters) - Cuando el príncipe Carlos de Inglaterra y su esposa Camila se preparan para visitar Canadá esta semana, algunos miembros de la comunidad indígena han pedido a la familia real británica que reconozca formalmente el daño que la colonización causó a las primeras naciones.
La pareja real llegará el martes a St. Johns, en Terranova, en un viaje de tres días que incluirá paradas en Ottawa y los Territorios del Noroeste y se centrará en asuntos como la reconciliación con los pueblos indígenas y el cambio climático.
El impacto de la colonización, el sistema de escuelas residenciales y la pérdida de tierras es lo que representa la corona, dijo a Reuters Mary Teegee, directora ejecutiva de los servicios para niños y familias de Carrier Sekani Family Services en la provincia de Columbia Británica.
"También tienen que entender que no son los líderes de nuestra nación", dijo Teegee, añadiendo que es necesario el reconocimiento de los daños de la colonización en lugar de una simple disculpa "trillada".
Aunque Canadá dejó de ser colonia de Gran Bretaña en 1867, siguió siendo miembro del Imperio Británico, con un gobernador general nombrado por los británicos que actuaba en nombre del monarca.
Y fue bajo el pretexto de la corona y del gobierno federal de Canadá que unos 150.000 niños indígenas fueron apartados por la fuerza de sus familias y matriculados en una red de internados dirigidos por cristianos entre 1831 y 1996.
La política, descrita por algunos como una forma de genocidio cultural, y los relatos de los supervivientes sobre las duras condiciones de tipo paramilitar han estado bajo el foco desde el descubrimiento en 2021 de los restos de más de 200 niños enterrados en zonas sin marcar en los terrenos de una de estas escuelas en la Columbia Británica.
CBC News citó el lunes a Cassidy Caron, presidente del Consejo Nacional Métis, un grupo indígena, diciendo que la Reina Isabel debería pedir disculpas a los supervivientes de las escuelas residenciales.
Caron dijo que planea transmitir ese mensaje cuando se reúna con Carlos, el heredero al trono británico, y Camilla durante su visita, que forma parte de las celebraciones del Jubileo de Platino que marca las siete décadas de la reina en el trono.
"ALGO LEJANO Y EXTRAÑO"
Jess Housty, organizadora comunitaria de la Nación Heiltsuk, en Columbia Británica, dijo que, aunque no le importa la visita, es difícil ignorar el pasado colonial y las "malas relaciones que se han dado durante siglos"
La monarquía es "algo ajeno y distante que me parece realmente irrelevante en mi vida y mi trabajo", dijo Housty.
Un sondeo de https://angusreid.org/canada-constitutional-monarchy-queen-elizabeth opinión publicado por el grupo de investigación Angus Reid en abril muestra que aumenta el apoyo entre los canadienses a la abolición de la monarquía constitucional del país, con cerca del 51% que dice que debería desaparecer en las próximas generaciones, frente al 45% de enero de 2020.
Aunque reconoce que hay mucha gente en su comunidad que no apoya activamente la monarquía, Housty admitió que muchos se emocionaron cuando el príncipe británico Guillermo y su esposa Catalina visitaron su zona en 2016.
Ese entusiasmo se manifiesta una vez más esta semana, dijo el alcalde de St. John's, Danny Breen, quien dijo a Reuters que la provincia de Terranova y Labrador estaban esperando la llegada de Carlos y Camila.
"La gente tiene respeto por la reina y tiene respeto por la familia", dijo Breen.
(Reporte de Jenna Zucker; Editado en español por Javier López de Lérida)