Por Brian Winter
SAO PAULO (Reuters) - El líder de una comisión de la verdad que investiga los abusos cometidos durante la dictadura militar de Brasil entre 1964 y 1985 fustigó a la automotriz alemana Volkswagen AG en una audiencia el viernes por entregar lo que llamó un testimonio "insatisfactorio" sobre sus supuestos lazos con el régimen.
En una controvertida sesión de casi tres horas, el legislador del estado de Sao Paulo Adriano Diogo y varios ex empleados de Volkswagen presionaron a un ejecutivo de la compañía para que explicara si la automotriz había colaborado con la dictadura de derecha y cómo lo había hecho.
Documentos descubiertos el año pasado sugieren que Volkswagen y decenas de otras compañías entregaron a la dictadura nombres, direcciones y otros datos delicados de activistas sindicalistas en sus nóminas de pago en la década de 1980.
Los trabajadores aparecieron en una llamada "lista negra" recopilada por la policía. Algunos luego fueron despedidos, detenidos o acosados por las fuerzas de seguridad y no pudieron conseguir un nuevo empleo por largo tiempo, descubrió una investigación de Reuters.
Volkswagen, que tenía más trabajadores en la lista que cualquier otra compañía, fue una de las tres empresas citadas a testificar el viernes ante la comisión estatal de Sao Paulo, presidida por Diogo, miembro del gobernante Partido de los Trabajadores de Brasil.
Las otras dos compañías, las firmas industriales brasileñas Grupo Aliperti y Cobrasma, no enviaron representantes.
Rogerio Varga, gerente de asuntos legales de Volkswagen, dijo que la compañía respeta el trabajo realizado por varias comisiones de la verdad en todo el país, pero que aún está revisando documentos internos para ver si las acusaciones de colaboración son ciertas.
"No hay documentos en ningún archivo que haya sido descubierto que ponga a la institución de Volkswagen colaborando con alguna violación a los derechos humanos", dijo Varga.
La información sobre los trabajadores en la "lista negra" podría haber sido obtenida por la policía o sindicatos, en lugar de que la hayan entregado las empresas, dijo Varga.
"La compañía no tiene nada que ocultar", dijo Varga.
Al cierre de la audiencia, Diogo dijo que el testimonio de Volkswagen era "absolutamente insatisfactorio".
"Venir aquí sin ningún tipo de información, sin ningún reconocimiento del papel que jugaron las compañías, ellos siguen riéndose en nuestras caras", sostuvo.
Los líderes de la investigación dijeron que entregarían la información reunida el viernes a los fiscales federales. Algunos expertos legales han dicho que las empresas podrían enfrentar demandas civiles o exigencias de compensaciones que se basen en los descubrimientos de las comisiones de la verdad, aunque otros dudan que la evidencia sea lo suficientemente sólida.
Ex empleados de Volkswagen presentes también expresaron su frustración. Lucio Bellentani, de 70 años, dijo que fue arrestado dentro de una fábrica de Volkswagen por la policía en 1972 con la ayuda de un ejecutivo de alto rango de la firma.
Bellentani dijo que fue golpeado y luego llevado a prisión, donde estuvo detenido por más de un mes.
"Estoy perplejo por algunas de las cosas que se dijeron aquí hoy (...) que Volkswagen nunca (...) violó los derechos humanos", dijo Bellentani, dirigiéndose a Varga. "Yo no sé, creo que usted está en otro planeta", agregó.
Varga respondió que la compañía supo de la historia de Bellentani recién en diciembre, y que era "difícil entender cuál pudo ser el rol de Volkswagen".
"Nosotros escuchamos ese relato con mucho respeto y seguimos buscando información", dijo Varga. 2015-02-28T101139Z_1007110001_LYNXMPEB1R051_RTROPTP_1_OESTP-BRASIL-DICTADURA-COMPANIAS.JPG