Por Padraic Halpin y John Chalmers
DUBLÍN, 30 ene (Reuters) - La Comisión Europea no consultó a Irlanda antes de plantearse brevemente restringir algunas exportaciones de vacunas de COVID-19 invocando una cláusula de emergencia del Brexit relacionada con Irlanda del Norte, dijo el sábado el ministro de Asuntos Europeos de Irlanda.
La UE reculó en cuestión de horas de su plan de utilizar la cláusula del artículo 16 del acuerdo del Brexit para restringir las exportaciones de vacunas d eCOVID-19 que cruzan la frontera irlandesa hacia Reino Unido, después de que la posibilidad soliviantara los ánimos en Irlanda del Norte, Londres y Dublín.
La decisión inicial de utilizar la cláusula del Brexit -que forma parte de los planes más amplios de la UE para controlar las exportaciones de vacunas- ilustró cómo el cuidadosamente ajustado protocolo del Brexit para Irlanda del Norte puede salir mal, además de poner de manifiesto el estado pánico actual sobre la disponibilidad de vacunas.
"Este tipo de disposición es habitual en los acuerdos comerciales, pero en la situación de Irlanda del Norte, obviamente tiene una resonancia política diferente y tal vez los redactores no se dieron cuenta de ello", dijo el ministro irlandés para Europa, Thomas Byrne, a la radio Newstalk.
"Está claro que se cometió un error", dijo Byrne. "Es demasiado pronto para decir (cómo llegó a ser así) (...). Está claro que las implicaciones del artículo 16 no se pensaron del todo, es una pena, pero es una lección para todos nosotros en este momento."
Preguntado por si el primer ministro irlandés, Micheál Martin, fue avisado de la posible activación de la disposición, ideada como último recurso para paliar las graves alteraciones del comercio en Irlanda del Norte tras el Brexit, Byrne dijo que no.
Tres altos diplomáticos de la UE dijeron que los Estados miembros no fueron consultados ni informados de la decisión de la Comisión.
"Parece que la Comisión tomó esta decisión de forma unilateral", dijo una fuente de la UE.
La fuente dijo que parecía que la intención de la Comisión era incluir a Irlanda del Norte en el régimen de control de las exportaciones de vacunas, pero que esto supondría la creación efectivamente una frontera terrestre en la isla de Irlanda, por lo que tuvo que dar marcha atrás cuando se dio cuenta de las implicaciones.
Preservar el acuerdo de paz de 1998 que puso fin a tres décadas de derramamiento de sangre en Irlanda del Norte, sin permitir que Reino Unido se convirtiera en una puerta trasera a los mercados de la UE a través de la frontera terrestre entre con Irlanda, llevó a la inclusión del protocolo en el acuerdo de divorcio del Brexit.
Este protocolo se consiguió manteniendo a Irlanda del Norte tanto en el mercado único de bienes de la UE como en el territorio aduanero de Reino Unido y "no es algo que se pueda manipular a la ligera", advirtió el viernes el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney.
(Información de Padraic Halpin desde Dublín y John Chalmers desde Bruselas; editado por David Holmes; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk)