Por Jeremy Gaunt
LONDRES (Reuters) - La brecha salarial de género en la Unión Europea se redujo durante la crisis financiera, posiblemente porque los puestos de trabajo de muchas mujeres están más protegidos que los de los hombres.
Los datos de la agencia estadística de la UE, Eurostat, publicados en vísperas del Día Internacional de la Mujer este domingo, también mostraron que la brecha salarial entre hombres y mujeres tendía a ser mayor en las economías más ricas de Europa, aunque no en todos los casos.
En general, las mujeres en la UE cobraron un 16,4 por ciento menos que los hombres en 2013, una brecha menor que el 17,3 por ciento de 2008, cuando estalló la crisis financiera.
Los datos no están ajustados, por lo que sólo recogen los totales en lugar de, por ejemplo, misma remuneración por mismo trabajo. Eurostat no dio ninguna explicación para la mejora, y se limitó a decir que la brecha salarial de género "está vinculada a una serie de factores jurídicos, sociales y económicos que van mucho más allá de la cuestión de misma remuneración por mismo trabajo".
Pero Christian Schulz, economista senior del banco Berenberg, dijo que la mejora podría tener que ver con el hecho de que el trabajo de las mujeres está muy inclinado hacia áreas como la educación y la administración pública, menos afectadas por la recesión.
"Las mujeres tienden a tener más puestos de trabajo a prueba de crisis", dijo. "Las mujeres están sobrerrepresentadas en el sector público (y) el sector público ha tenido menos recortes".
Por el contrario, las áreas donde los hombres están sobrerrepresentados, como construcción e industria, se han visto duramente golpeadas.
Los datos de Eurostat proporcionan un indicio de esto, señalando que el 67 por ciento de los trabajadores de apoyo administrativo en la UE eran mujeres. Eso se compara con sólo el 33 por ciento de la fuerza laboral de dirección.
PAÍSES RICOS
Por países, la mayor brecha salarial en 2013 se daba en Estonia, del 29,9 por ciento, y la menor en Eslovenia, del 3,2 por ciento.
Muchos de los países más ricos de la UE, por su parte, se encontraban en el extremo de la brecha salarial más amplia.
Las mujeres en la locomotora económica europea, Alemania, por ejemplo, cobraban un 21,6 por ciento menos que los hombres, un dato que sin embargo mejora el -22,8 por ciento de 2008.
La brecha de 2013 en Reino Unido y Francia, también economías del G-7, se estrechó y se situó en un 19,7 por ciento y 15,2 por ciento, respectivamente. En España se amplió sin embargo a un 19,3 por ciento, según los datos de Eurostat.
Otra economía europea del G-7, Italia, también vio su brecha salarial ampliarse considerablemente durante el período, aunque a un porcentaje relativamente bajo de un 7,3 por ciento desde un 4,9 por ciento.