Por Idrees Ali y Saad Sayeed
ISLAMABAD Reuters) - La exestrella del críquet Imran Khan declaró su victoria el jueves en unas elecciones genrales muy disputadas en Pakistán y aseguró estar preparado para liderar el país tras un largo retraso en el recuento de los votos y acusaciones de fraude electoral de la mayoría de sus rivales.
Su triunfo en las elecciones del miércoles marca el punto alto en el impresionante ascenso político de este exdeportista, quien se ha caracterizado por su lucha contra la corrupción en un país que tiene armamento nuclear.
"Dios me dio la oportunidad de llegar al poder para implementar esta ideología que comencé hace 22 años", dijo Khan, de 65 años, en un discurso televisado desde su casa en las afueras de la capital Islamabad.
Pero los partidarios del encarcelado ex primer ministro Nawaz Sharif, que acusan a Khan de coludirse con el Ejército, dijo que el recuento de votos fue manipulado y calificaron los comicios como un ataque a la democracia en un país con un largo historial de gobiernos militares.
El político educado en Oxford, que en el pasado ha sido un crítico feroz de la política de Estados Unidos en la región, instó a Washington a tener lazos "mutuamente beneficiosos" y ofreció una rama de olivo al archienemigo India, al decir que ambas naciones deberán resolver sus históricos problemas por la región de Cachemira.
En un discurso salpicado de promesas populistas, Khan prometió que creará empleos para los pobres y anunció que la lujosa residencia oficial del primer ministro, ubicada en la capital, se convertirá en un centro educacional, por lo que vivirá ahí.
Con casi la mitad de los votos escrutados, el partido Pakistán Tehreek-i-Insaf (PTI), también conocido como Movimiento Pakistaní por la Justicia, al que pertenece Khan, lideraba los comicios realizados en la nación de mayoría musulmana, según la comisión electoral del país.
La Liga Musulmana de Pakistán, la agrupación política a la que pertenece Sharif, y el Partido del Pueblo de Pakistán denunciaron, entre otras irregularidades, que sus supervisores en muchos centros de votación fueron expulsados durante el recuento de votos.
El Ejército, que rechaza las acusaciones de intromisión en los comicios, desplegó 371.000 soldados en los colegios electorales en todo el país, casi cinco veces más que en las últimas elecciones de 2013.
(Información adicional de Kay Johnson, Drazen Jorgic e Idrees Ali en Islamabad, y Syed Raza Hassan en Karachi. Escrito por Kay Johnson y Drazen Jorgic. Editado en español por Rodrigo Charme)