MADRID (Reuters) - España buscará desterrar a los grupos de seguidores violentos del fútbol tras la muerte del seguidor del Deportivo de La Coruña el domingo en unos enfrentamientos en Madrid, dijo el lunes el secretario de Estado para el deporte.
Francisco Javier Romero Taboada, de 43 años, tuvo que ser rescatado del río Manzanares antes del partido de Liga entre Atlético de Madrid y el Depor cerca del Calderón con un paro cardíaco, hipotermia y heridas en la cabeza.
Falleció poco después de las 2 pm (13:00 GMT) tras fracasar los intentos por reanimarle.
Los problemas comenzaron alrededor de las 9 de la mañana en lo que parecía una batalla callejera organizada entre los ultras del Atlético, Deportivo, Rayo Vallecano y Alcorcón.
"Se nos ha propuesto elaborar un listado de los grupos ultras para expulsarlos de los estadios y ponernos un plazo de tiempo para llevarlo a cabo", dijo el secretario de Estado de Deporte, Miguel Cardenal, en una rueda de prensa tras un reunión con la Comisión antiviolencia del Gobierno.
"Las propuestas que he trasladado, las han trasladado los mismos clubes y no tengan ninguna duda de que se van a conseguir", añadió.
Una de las medidas en consideración será cerrar las zonas del estadio donde se reúnen los ultras, dijo Cardenal.
Se incrementarán los esfuerzos por identificar a grupos con tendencias violentas y por evitar que se reúnan cerca de los estadios los días de partido.
El Barcelona y el Real Madrid están entre los que han prohibido la presencia de sus ultras, los Boixos Nois y Ultras Sur respectivamente, en sus estadios, mientras que los miembros del Frente Atlético todavía son tolerados en el Calderón.
La policía identificó entre los implicados en la pelea a los grupos Riazor Blues (Deportivo), Frente Atlético, Bukaneros (Rayo) y Alkor Hooligans (Alcorcón).
Las autoridades se llevaron a 24 personas detenidas el domingo, y entre los objetos confiscados había bengalas, petardos, palos y tubos de metal.
FASFE, un grupo que representa a los aficionados al fútbol en España, sugirió que la policía pudo haber hecho más para prevenir los actos violentos del domingo e instó a mejorar su coordinación.
Sin embargo, Francisco Martínez, secretario de Estado de Seguridad, señaló que el partido no había sido considerado de alto riesgo y nada sugería que podría haber problemas.
Los objetos confiscados muestran "un claro deseo de confrontación", dijo Martínez el lunes en una rueda de prensa.
"La voluntad de quienes se citaron ayer era generar violencia y enfrentarse de una manera violenta. Nada tenía que ver con el desarrollo del acontecimiento deportivo", añadió.