Por Tim Cocks y Alexis Akwagyiram
ABUJA (Reuters) - El líder opositor nigeriano Muhammadu Buhari alcanzaba el lunes una ventaja de 2 millones de votos tras el recuento de los sufragios en tres cuartas partes de los estados del país, aumentando la probabilidad de victoria de un político que llegó al poder por primera vez hace tres décadas con un golpe militar.
Según los resultados recopilados por Reuters, Buhari había conseguido 12 millones de votos. El general de 72 años ha hecho campaña presentándose como un político reconvertido a la democracia que pretende barrer con la corrupción en el país más poblado de África.
Buhari superaría de esta forma los 10 millones de votos de Goodluck Jonathan, quien fuera profesor de zoología y cuyos cinco años al mando de la mayor economía y más grande productor petrolero del continente han estado plagados de escándalos de corrupción y de la violencia del grupo insurgente islamista Boko Haram.
Aun así, hay margen para un cambio en los resultados porque aún no contienen los estados productores de crudo del Delta del Nilo, donde Jonathan consigue su mayor apoyo.
En el estado de Rivers, la mayor zona petrolera del país, Jonathan consiguió un respaldo de un 95 por ciento. Los resultados suscitaron sospechas de diplomáticos, observadores y simpatizantes del Congreso de Todos los Progresistas (APC por su sigla en inglés), algunos de los cuales salieron a las calles a protestar.
La votación del fin de semana estuvo salpicada de confusión, problemas técnicos, discusiones y violencia, pero en muchos lugares las elecciones fueron menos caóticas que las anteriores.
Al menos 15 personas murieron por disparos el día de los comicios, la mayoría en el noreste del país donde Boko Haram declaró la guerra a la democracia en su campaña para establecer un califato en el sur del Sahara.
Estados Unidos y Reino Unido dijeron luego de la votación que había señales preocupantes de interferencia política en el recuento centralizado de los votos.
"Hasta ahora no hemos visto evidencia de una manipulación sistemática del proceso", dijeron el secretario de Estados de Estados Unidos, John Kerry, y el secretario de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Philip Hammond, en un comunicado conjunto.
"Pero hay indicios preocupantes de que el proceso de recuento, cuando los votos son finalmente contados, puede estar sujeto a interferencia política deliberada", agregaron.