Por Matt Siegel
SÍDNEY (Reuters) - Información de inteligencia ha revelado que extremistas vinculados con el Estado Islámico estaban planeando decapitar a una persona en Australia, dijo el jueves el primer ministo Tony Abbott, después de que cientos de policías llevaran a cabo redadas en una operación antiterrorista.
Abbott dijo que había un "riesgo serio de ataque terrorista", días después de que Australia elevara su nivel de amenaza terrorista a "alto" por primera vez.
Sin referirse a detalles específicos, el primer ministro dijo que Australia estaba en "grave riesgo de un ataque terrorista".
Abbott dijo a la prensa que las redadas en Sídney y Brisbane se realizaron después de que datos de inteligencia revelaran que extremistas del Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIL, por sus siglas en inglés) estaban instando a sus partidarios a llevar a cabo "asesinatos de demostración" en Australia.
Australian Broadcasting Corp y otros medios locales dijeron que el plan implicaba el secuestro de una persona en Sídney al azar y su ejecución frente a las cámaras envuelto en la bandera del Estado Islámico.
"Las exhortaciones, exhortaciones bastante directas, venían de un australiano que aparentemente tiene un nivel muy alto en ISIL a las redes de apoyo en Australia para que llevaran a cabo matanzas de exhibición en este país", dijo Abbott en una rueda de prensa.
"Así que esto no es sólo una sospecha, existe el propósito y es por eso que las agencias policiales y de seguridad decidieron actuar en la forma que lo hicieron", agregó.
Más de 800 policías participaron en las redadas antes del amanecer, descritas como las más grandes en la historia de Australia. Al menos 15 personas fueron detenidas, y un hombre fue acusado de un delito grave "vinculado con el terrorismo", dijo la policía a una conferencia de prensa.
Milicianos del ISIL que combaten en Irak y Siria difundieron un vídeo el sábado que mostraba supuestamente la decapitación del trabajador británico de ayuda humanitaria David Haines.
En imágenes que concuerdan con las ejecuciones filmadas el mes pasado de dos periodistas estadounidenses, James Foley y Steven Sotloff, los extremistas también amenazaron con matar a otro rehén británico.
En 2013, el soldado británico Lee Rigby fue asesinado a machetazos por dos conversos musulmanes en Londres que afirmaron que el ataque fue en represalia por la muerte de musulmanes a manos de las fuerzas británicas.