Por Nidal al-Mughrabi
GAZA, 9 abril (Reuters) - La policía palestina confiscó el jueves a un artista local una pintura obra del artista de graffiti Banksy realizada sobre una puerta, después de que el propietario original de la puerta, dañada por los bombardeos, se quejara acusando al artista de estafarle dado el bajo precio al que se la vendió.
El artista Belal Khaled pagó 700 shekels (unos 175 dólares) por la imagen de una diosa sosteniendo una cabeza en las manos, que había sido pintada con spray sobre una puerta de hierro en las ruinas de la antigua casa de Rabea Darduna, un residente local. Su domicilio quedó destruido en la guerra con Israel que tuvo lugar en julio y agosto.
Banksy, un artista callejero británico afamado por sus murales irónicos en los sitios menos esperados, visitó Gaza este año y dejó algunas pinturas en las paredes de los edificios, algunos de ellos en ruinas. Sus obras se venden habitualmente por más de 500.000 dólares.
Khaled, de 23 años, dijo a Reuters que la policía había confiscado la pintura de su casa en el sur de Gaza, en Khan Younis. Les acompañaba Darduna, el propietario original de la puerta.
"Los policías se llevaron la puerta y me dijeron que lo hacían de acuerdo con una orden judicial, porque había una denuncia contra mí", dijo Khaled. "Ahora yo soy el verdadero propietario de la puerta, e intentaré demostrarlo en los tribunales".
Un portavoz de la policía no hizo comentarios inmediatamente, pero el abogado de Darduna, Mohammed Rihan, confirmó que la disputa en torno a la obra de Banksy había llegado a los juzgados.
"Exigiré la devolución de la puerta a su verdadero propietario, Rabea Darduna. Mi cliente fue estafado", dijo Rihan.
Después de comprarle la pintura a Darduna, Khaled dijo la semana pasada que había tratado de proteger la puerta y que siempre había querido tener en su poder una obra del artista, que nació en Bristol, Inglaterra, y nunca ha desvelado su verdadera identidad.
Khaled dijo que no planeaba vender la puerta en aquel momento. Un mural de Banksy pintado en una tienda en Londres se vendió en subasta privada por 1,1 millones de dólares.