Por Horaci Garcia
AGULLANA, España, 8 ago (Reuters) - Artur Duran extiende la mano por la cintura para mostrar el nivel de agua que recuerda hace dos años en el embalse de Darnius Boadella, en el noreste de España.
Entonces, aún tenía profundidad suficiente para navegar. Ahora, una larga sequía casi lo ha vaciado.
"Nunca lo habíamos visto tan bajo", dijo a Reuters este vecino de 79 años en el embalse, que sólo está lleno al 20%.
La gente tomaba el sol en la orilla recién descubierta del embalse, donde han aparecido algunas motas de hierba. Algunos visitantes intentaron practicar surf de pala.
La semana pasada, las autoridades catalanas impusieron nuevas restricciones al uso del agua en 22 pueblos de los alrededores del embalse, cerca de la frontera con Francia, ya que el acuífero que los abastece también se está vaciando.
España experimentó el comienzo de año más seco en el primer cuatrimestre de 2023 desde que comenzaron los registros en la década de 1960, siendo Cataluña y Andalucía, en el sur de España, las más afectadas.
Varias olas de calor registradas este verano en España y en el resto de Europa han agravado la sequía, reduciendo los niveles de los embalses al aumentar la evaporación y el consumo de agua, según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología española (AEMET).
Los 22 pueblos, más otros dos del sur de Cataluña, que suman unos 25.000 habitantes, se encuentran en estado de emergencia hídrica.
Esto significa que deben reducir su consumo a una media diaria de 200 litros de agua por habitante, frente al tope anterior de 230 litros. Las autoridades aún no limitan el agua para consumo humano, pero se prohibirá en gran medida el riego con fines agrícolas y el uso de agua con fines industriales y recreativos debe reducirse en un 25%.
El pueblo de Agullana, de 900 habitantes, lleva varios meses consumiendo menos de 200 litros de agua, pero su alcalde afirma que se tomarán nuevas medidas.
"Reduciremos a cero el riego de los jardines, el campo de fútbol y el césped de la piscina, que veremos volverse amarillo como si estuviera quemado", dijo Josep Jovell. No se utilizará agua para limpiar las calles, sólo se barrerá en seco, añadió.
(Reporte de Horaci Garcia; reporte adicional y escrito por Joan Faus; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)