Por Robin Emmott y Philip Blenkinsop
BRUSELAS (Reuters) - La Unión Europea está valorando la posibilidad de imponer sanciones comerciales a Myanmar por la crisis de los rohinyá, lo que podría privar al país del acceso libre de aranceles al mayor bloque comercial del mundo, dijeron tres altos cargos de la UE.
Las sanciones, que están siendo sometidas a debate en la Comisión Europea, afectarían a la lucrativa industria textil de Myanmar y posiblemente ponga en riesgo miles de puestos de trabajo en el país. Sin embargo, no entrarían en vigor con efecto inmediato, lo que da a la UE el poder de detener lo que Occidente define como limpieza étnica de los musulmanes rohinyá.
Incluso aunque tenga lugar un proceso de revisión de seis meses acerca de imponer sanciones comerciales, que podrían ser retiradas si Myanmar cumpliera con los objetivos humanitarios y democráticos, el bloque marcaría un cambio significativo en su política.
La medida se plantea después de un informe publicado por Naciones Unidas en agosto que acusó al ejército de Myanmar de llevar a cabo una matanza contra los rohinyá con "intención genocida". Dicho informe y la decisión de EEUU de imponer sanciones a dos unidades militares completas han otorgado a la UE la responsabilidad de actuar, dijeron los altos cargos.
"Estamos preocupados por el impacto sobre la población de nuestras posibles medidas, pero no podemos ignorar el informe de la ONU que califica la campaña militar de genocidio", dijo uno de los altos cargos de la UE sobre el debate en la Comisión Europea, el brazo ejecutivo del bloque.
Hasta ahora, la UE ha impuesto restricciones a la hora de viajar y congelado activos a varios miembros de las fuerzas armadas de Myanmar, pero se ha negado a imponer sanciones al comandante en jefe de Myanmar, el general Min Aung Hlaing, que según la ONU debe ser procesado junto a otros cinco miembros del ejército por genocidio y crímenes de lesa humanidad.
Myanmar ha rechazado los informes de la ONU por ser "unilaterales". Afirma que la acción militar que siguió a los ataques de los militantes contra las fuerzas de seguridad en agosto el año pasado fue una operación de legítima contrainsurgencia.
El portavoz del Gobierno de Myanmar, Zaw Htay, no respondió el miércoles a llamadas para que hiciera declaraciones sobre la posible medida de la UE. El mes pasado afirmó que no hablaría con los medios por teléfono, sólo en ruedas de prensa cada dos semanas.
Los altos cargos de la UE creen que la amenaza formal de perder el libre acceso al comercio con el bloque afectaría rápidamente a la inversión extranjera en la industria textil, de la que se aprovechan los fabricantes europeos por los costes relativamente bajos de la mano de obra en Myanmar.
Entre las compañías europeas que se abastecen de la industria textil de Myanmar están Adidas (DE:ADSGN), C&A, H&M, Inditex (MC:ITX), Next (LON:NXT) y Primark.
Los grupos de derechos humanos sostienen que las sanciones que la UE ha impuesto hasta la fecha no han obligado a las fuerzas armadas ni al líder civil Aung San Suu Kyi a proteger a la población civil, reubicar a los refugiados o a detener los ataques a la libertad de prensa, como el caso del encarcelamiento de dos periodistas de Reuters por violar la ley de secretos de Estado. [nL8N1VP0V0]
(Información de Alastair Macdonald, Gabriela Baczynska en Bruselas y Antoni Slodkowski en Rangún y Matt Spetalnick en Washington; Traducido por Alba Calejero en la redacción de Madrid)