Por Susan Cornwell
WASHINGTON, 9 nov (Reuters) - Las esperanzas del presidente electo estadounidense, Joe Biden, de sacar adelante prioridades demócratas como ampliar el acceso a la atención médica, combatir el cambio climático y brindar más ayuda contra el coronavirus dependerán de un par de contiendas por el Senado en Georgia en enero.
Los demócratas no alcanzaron su objetivo de obtener una mayoría en el Senado y perdieron escaños en la Cámara de Representantes, dejando bien posicionados a los republicanos para bloquear las principales iniciativas legislativas de Biden.
Eso deja al partido de Biden con la difícil tarea de intentar derrocar a dos senadores republicanos en un estado tradicionalmente republicano, donde el propio Biden mantiene una pequeña ventaja sobre el presidente Donald Trump mientras continúa el recuento de votos.
"Tomemos Georgia y cambiemos el mundo después", declaró el sábado el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, en Nueva York. El gobernador republicano de Georgia, Brian Kemp, también se refirió a las disputadas contiendas de enero, pidiendo a los republicanos que se unan y diciendo que "la lucha está lejos de terminar".
Todo parece indicar que los republicanos ocuparán al menos 50 de los 100 escaños del Senado el próximo año, suponiendo que se mantengan sus ventajas en Carolina del Norte y Alaska.
Eso hace que ganar las dos elecciones en Georgia sea fundamental para que los demócratas logren el control del Senado. La vicepresidenta electa, Kamala Harris, podría emitir el voto de desempate en esta cámara.
El senador republicano por Georgia David Perdue, que busca un segundo mandato, recibió el 49,8% de los votos, frente al 47,9% del demócrata Jon Ossoff.
En la otra contienda, el reverendo demócrata negro Raphael Warnock logró el 32,9% frente al 25,9% de la senadora republicana Kelly Loeffler. Un tercer republicano, el representante Doug Collins, no logró llegar a la segunda vuelta al quedar tercero con un 20%.
Georgia no ha elegido a un senador demócrata desde hace dos décadas, pero los cambios demográficos y la mejora gradual del desempeño demócrata en las últimas contiendas sugieren que el partido tiene la posibilidad de ganar el 5 de enero, según los politólogos.
(Información adicional de Andy Sullivan; editado en español por Carlos Serrano)