Por Daniel Flynn
AEREOPUERTO INTERNACIONAL ROBERTS Liberia (Reuters) - El piloto de la Marina estadounidense Capitán Chris Legere ha transportado a tropas de combate en Afganistán y volado a Libia para evacuar al personal de la embajada de Estados Unidos, pero ahora se enfrenta a un enemigo silencioso e invisible: el ébola.
Legere es parte de una misión estadounidense para desplegar 4.000 militares en África Occidental para ayudar a contener el brote de la fiebre hemorrágica que el presidente Barack Obama ha llamado una amenaza global.
La enfermedad, que no tiene cura probada, ha matado a más de 4.000 personas en África Occidental, más de la mitad en Liberia, y ha llegado también a Estados Unidos y España.
Legere dijo que trabajar en una "zona caliente" del ébola no se parecía a anda de lo que había hecho antes, pero que las tropas de EEUU habían sido instruidas sobre los peligros del virus, el cual se trasmite por los fluidos corporales y que ha matado a más de la mitad de personas de las que ha infectado.
"Intentamos no pensar en ello. Pensamos más en el bien que podemos ofrecer a estas personas", dijo el piloto.
MARINES DE MORÓN
Un centenar de marines estadounidenses del grupo de reacción rápida de la base militar de Morón de la Frontera, en Sevilla, fueron enviadas a Liberia como parte de la misión por contener la epidemia de ébola en África Occidental, dijo el sábado el diario ABC.
Washington ya ha solicitado al Ministerio de Defensa que le permita atravesar el espacio aéreo español sin pedir permiso cada vuelo con el objetivo de facilitar logísticamente el despliegue de tropas en la denominada "United Assitance".
En la base militar de Morón hay unos 850 militares estadounidenses desplegados desde 2013 para enfrentar la crisis en África en donde resultó muerto su embajador en Libia, dijo el diario.