Por Johan Ahlander y Ole Mikkelsen
ESTOCOLMO/COPENHAGUE (Reuters) - Caricaturistas y escritores defendieron la libertad de expresión tras el ataque contra la revista satírica Charlie Hebdo en París el miércoles, pero la realidad para algunos artistas acusados de insultar al islam han sido años de esconderse, protección policial y, en algunos casos, la censura.
Entre los doce muertos en Charlie Hebdo, un semanario que se mofa del islam y de otras religiones, estaban algunos de los principales dibujantes de Francia. Otros antes que ellos, como el artista sueco Lars Vilks, han sido objeto de amenazas e incluso de violencia.
"Cuando te arrebatan uno de los pocos bastiones de la libertad de expresión que tenemos, y nos lo han arrebatado, ¿quién se atreve a publicar algo?", dijo Vilks.
Vilks fue puesto bajo protección policial después de que unos retratos en 2007 del profeta Mahoma como un perro desataran amenazas de muerte y una recompensa de 100.000 dólares por su cabeza por parte de un grupo iraquí vinculado con Al Qaeda.
"Si haces una caricatura de Jesús o del papa, la puedes publicar, pero el profeta Mahoma está prohibido en todos los medios formales. Está regulado por una mezcla de miedo y corrección política", dijo Vilks a Reuters.
A principios de 2014, una mujer estadounidense que se hacía llamar Yihad Jane fue condenada a diez años de cárcel por planear matar a Vilks.
Vilks dice que su carrera se ha visto afectada por las preocupaciones sobre la seguridad por exhibir incluso obras que no tienen que ver con el islam.
Artistas de toda Europa se refirieron al temor de que el ataque a Charlie Hebdo pueda llevar a la autocensura de la sátira religiosa, especialmente la relacionada con el islam. Para los musulmanes, cualquier representación del profeta es blasfemia y las caricaturas y otras representaciones han desatado protestas en todo el mundo islámico.
Un importante periódico danés, Politiken, se ha disculpado en el pasado por recoger una caricatura que molestó a los musulmanes.
"Politiken reconoce y deplora que nuestra reimpresión de la caricatura ofendiera a los musulmanes en Dinamarca y en otros países del mundo", dijo en un comunicado de 2010.
Ane Imam, de un barrio de París, subrayó la indignación causada por Charlie Hebdo pero rechazó la violencia como una respuesta para los musulmanes.
"No estamos de acuerdo con Charlie Hebdo. (Combatir) un dibujo con un dibujo, pero no con sangre, no con odio", dijo Hassen Chalghoumi, imán de Drancy.
Suecia y Dinamarca, sociedades con reputación de tolerancia, protagonizaron una controversia mundial en la última década por las representaciones de Mahoma.
Charlie Hebdo fue también conocida por generar controversia con ataques satíricos contra líderes religiosos y políticos y ha publicado numerosas caricaturas ridiculizando al profeta del islam.
"'Respeto por la religión' se ha convertido en una frase en código que significa 'miedo de la religión'", dijo el novelista Salman Rushdie. "Las religiones, como todas las ideas, se merecen las críticas, sátiras y, sí, nuestra insolencia sin miedo", dijo Rushdie, cuyo libro "Los versos satánicos" llevó al ayatolá iraní Ruholah Jomeini a emitir una fatua contra él en 1989.
"La autocensura es una plaga", advirtió William Nygaard, editor que sobrevivió a un intento de asesinato en 1993, cuando fue abatido por un hombre armado a las puertas de su casa en Oslo tras publicar "Los versos satánicos" en Noruega.
Nygaard instó a los medios a preservar la libertad de expresión.
En Dinamarca, el periódico Jyllands-Posten publicó 12 caricaturas de varios artistas en 2005, la mayoría representaciones de Mahoma. Generó una oleada de protestas en el mundo musulmán en las que murieron al menos 50 personas.
El periódico decidió publicar los dibujos tras saber que un escritor danés no podía encontrar ilustrador para su libro de Mahoma por temor a represalias. Pero la publicación llevó también al debate dentro del país sobre si el periódico había incitado el odio religioso.
Aunque algunos periódicos publicaron las caricaturas en solidaridad con el principio de libertad de expresión, la mayoría de los medios se mantuvieron alejados.
"Espero que estos hechos no tengan ningún impacto negativo en los medios, que no se asusten", dijo el dibujante danés retirado Kurt Westergaard a la cadena TV2 tras el ataque de París. Él dibujó una caricatura en Jyllands-Posten en la que aparecía el profeta con una bomba en el turbante, un trabajo que casi le costó la vida en 2010.
Westergaard se refirió en 2012 a vivir con el constante temor por su vida, de no poder ir ni siquiera a una cafetería, y de la presencia constante de guardaespaldas.
Otros caricaturistas mostraron sus condolencias con las víctimas del miércoles.
"No puedo dormir, mis pensamientos están con mis colegas caricaturistas franceses, sus familias y sus seres queridos", dijo David Pope, dibujante de The Canberra Times, en Twitter.
(Información adicional de Alister Doyle, Erik Kirschbaum, Stephen Addison y Jason Szep; Escrito por Alistair Scrutton; Traducido por Inmaculada Sanz) 2015-01-08T091217Z_1007110001_LYNXMPEB070A6_RTROPTP_1_OESTP-FRANCIA-CARICATURAS.JPG urn:newsml:onlinereport.com:20150108:nRTROPT20150108091217LYNXMPEB070A6 Los caricaturistas se muestran desafiantes pero temen la censura OLESENT Reuters Spain Online Report Entertainment News 20150108T091217+0000 20150108T091217+0000