Por Richard Cowan y Susan Cornwell
WASHINGTON (Reuters) - Los republicanos conservadores se resistieron el miércoles a apoyar un plan para evitar una lucha sobre el presupuesto por la orden ejecutiva sobre inmigración del presidente Barack Obama, planteando la posibilidad de que las discusiones sobre los fondos se extiendan hasta el plazo límite del 11 de diciembre.
Los legisladores del Tea Party se opusieron con firmeza al plan del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de aprobar un proyecto de presupuesto que mantenga a la mayor parte del Gobierno operando hasta septiembre de 2015.
Boehner buscaba posponer la batalla sobre la inmigración y fondos públicos hasta comienzos del próximo año, cuando los republicanos tomen el control del Senado y amplíen su mayoría en la Cámara baja.
La oposición del Tea Party podría obligar a Boehner nuevamente a buscar el respaldo de los demócratas para aprobar su propuesta de presupuesto y evitar una parálisis de las actividades del Gobierno después de que expire su autorización de gastos.
Los líderes republicanos están desesperados por evitar eso, después de que los 16 días de paralización del año pasado le produjeran un enorme daño al partido.
El pequeño y rebelde grupo de conservadores, que ha sido un persistente dolor de cabeza para Boehner y para el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, dijo que no existe una razón para esperar hasta el próximo año para intentar negar los fondos a la orden ejecutiva de Obama.
"El Congreso debería ponerse de pie y usar el poder de la billetera", dijo el senador republicano Ted Cruz de Texas.
Cruz y otros sostienen que el anuncio que Obama hizo el mes pasado de que usaría su autoridad ejecutiva para eximir de la amenaza de deportación hasta a 4,7 millones de inmigrantes indocumentados equivale a una amnistía ilegal.
"Nosotros no destinaremos dinero de los contribuyentes a amnistías ilegales", dijo Cruz afuera del Capitolio.
Pero Boehner ha usado a los demócratas para aprobar proyectos de presupuesto en enfrentamientos previos, incluido el del año pasado, y muchos conservadores reconocen que es una batalla cuesta arriba.
Es poco probable que la Cámara baja apruebe un proyecto de presupuesto que mantenga al Gobierno operando más allá del 11 de diciembre antes del lunes, dijo un colaborador republicano, lo que significaría que el debate y la votación para aprobarlo no se darían antes del miércoles o jueves, el día límite.