Por Anton Zverev y Gleb Garanich
DONETSK/ARTEMIVSK (Reuters) - Las armas de fuego quedaron abruptamente en silencio a medianoche en gran parte del este de Ucrania tras el comienzo del acuerdo de un alto el fuego, aunque los disparos que se oían de vez en cuando cerca de un cruce ferroviario evidenciaban la fragilidad de la tregua.
Periodistas de Reuters en Donetsk, el principal bastión de los rebeldes prorrusos, dijeron que el fuego de artillería se detuvo a medianoche y que no oyeron disparos durante la noche, después de las intensas horas previas al alto el fuego en las que las explosiones se producían cada pocos segundos.
Sólo se oyó una explosión por la mañana en un barrio periférico.
Un fotógrafo de Reuters en el territorio controlado por el gobierno también dijo que los constantes bombardeos habían parado durante la noche, aunque escuchó una descarga de artillería alrededor de las 7 de la mañana procedente de Debáltsevo, ciudad que es un nudo ferroviario estratégico en el que las fuerzas ucranianas se han visto prácticamente rodeadas por los rebeldes.
Un comandante separatista prorruso dijo el domingo que los rebeldes tienen derecho a disparar en la ciudad de Debáltsevo, en el este de Ucrania, a pesar del alto el fuego porque es "nuestro territorio".
"Por supuesto que podemos abrir fuego (sobre Debáltsevo), es nuestro territorio (...). El territorio está dentro, es nuestro", dijo Eduard Basurin a Reuters por teléfono, asegurando que en otras partes los separatistas estaban respetando la tregua.
El gobierno de Ucrania había dicho previamente el domingo que el alto el fuego estaba siendo "por lo general respetado". Sus fuerzas habían sido bombardeadas diez veces desde que la tregua entró en vigor, pero describió los incidentes como "localizados" en lugar de regulares. Ninguno de sus soldados ha muerto en las últimas 24 horas.
"Ayer y anteayer las cosas estaban calientes, disparaban desde todas partes. Pero hoy está tranquilo y en calma. Todo va bien", dijo el residente de Donetsk Rodion Biralyan, de 50 años.
Un oficial de personal ucraniano situado cerca Debáltsevo dijo: "El nivel general (de ataques) ha disminuido, aunque hay violaciones."
Washington acusó a Moscú de enviar columnas blindadas de tropas al frente en los últimos días antes del alto el fuego para ayudar a los rebeldes prorrusos a ganar terreno antes de que la tregua entrase en vigor.
Sin embargo, el alto el fuego restableció cierta apariencia de calma por primera vez desde que los rebeldes prorrusos rechazaran un alto el fuego anterior el mes pasado y lanzasen una ofensiva que había alarmado a los países occidentales.
El presidente ucraniano Petro Poroshenko, vistiendo el uniforme de comandante supremo de las fuerzas armadas, dijo en un discurso por televisión en Kiev que había ordenado a las tropas cesar el fuego para respetar la tregua.
Añadió, no obstante, que aún había alarma por la situación en los alrededores de Debáltsevo.
El alto el fuego, negociado el jueves entre cuatro países, contempla la creación de una "zona de contención" y la retirada del armamento pesado responsable de muchos de los 5.000 muertos del conflicto, que ha causado el mayor deterioro de las relaciones entre Rusia y las potencias occidentales desde la Guerra Fría.
El presidente ruso, Vladimir Putin, niega que Moscú esté involucrado en los combates por un territorio al que llama "Nueva Rusia", pese a que altos cargos de países occidentales citan abrumadoras pruebas de lo contrario y tanto Washington como sus aliados han impuesto sanciones económicas a Moscú.
Poroshenko advirtió la noche del sábado de que Ucrania no ofrecería la otra mejilla si es golpeada de nuevo. Pero, sentado junto al jefe del estado mayor de las fuerzas armadas Viktor Muzhenko, añadió: "De verdad espero que no se desperdicie la última oportunidad para comenzar un largo y difícil proceso de paz para un arreglo político".