Por Mariam Karouny y Omer Berberoglu
BEIRUT/MURSITPINAR Turquía (Reuters) - Combatientes kurdos iraquíes se han unido a las luchas contra los extremistas del Estado Islámico en la ciudad siria de Kobani, y esperan que su ayuda, junto al apoyo aéreo recibido por parte de Estados Unidos, impida a los islamistas radicales tomar el control de la localidad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos dijo que estallaron enfrentamientos en Kobani y que ambas partes habían sufrido bajas, mientras que el ejército estadounidense informó de que había lanzado más ataques contra blancos del Estado Islámico durante el fin de semana.
Idriss Nassan, viceministro de Asuntos Exteriores en el distrito de Kobani, dijo que los kurdos iraquíes se unieron a la batalla el sábado con artillería de largo alcance.
"Los peshmerga (combatientes kurdos) se unieron a la lucha a última hora de ayer (sábado) y marcaron la diferencia con su artillería", dijo a Reuters. "No teníamos artillería y estábamos usando morteros y otras armas, así que es bueno para nosotros".
Nassan no ofreció más información y fue imposible verificar de inmediato el progreso que se ha hecho contra el Estado Islámico, que mantiene bajo su poder amplias zonas de Siria e Irak en un intento por reconfigurar el mapa de Oriente Próximo.
La llegada de 150 combatientes iraquíes, conocidos como "peshmerga", o "aquellos que desafían a la muerte", supone la primera vez que Turquía permite a tropas desde fuera de Siria reforzar a las unidades kurdas de Kobani, que han defendido ya la población durante 40 días.
TODOS LOS OJOS SOBRE KOBANI
"Están apoyando a las YPG. Tienen un rango de armas semi pesadas", dijo Jabbar Yawar, secretario general del Ministerio peshmerga en la región kurda en el norte de Irak, sobre las Unidades de Protección Popular (YPG por su sigla en kurdo), el principal grupo armado sirio kurdo.
Testigos en el área Mursitpinar, en la zona turca de la frontera dijeron que se dispararon dos cohetes durante la noche del sábado.
Un testigo de Reuters dijo que los enfrentamientos del domingo fueron más duros que los de los últimos dos días, con un ataque al final de la mañana y tres explosiones.
La atención se mantiene sobre Kobani, que se considera la prueba clave de la efectividad de los ataques aéreos de los estadounidenses y de la capacidad de las fuerzas combinadas kurdas para repeler a los combatientes del Estado Islámico.
Los ataques aéreos han ayudado a frustrar varios intentos del Estado Islámico de tomar Kobani.
Pero los extremistas siguen avanzando, especialmente sobre áreas suníes del oeste de Irak, donde han ejecutado a cientos de miembros de una tribu que se resistió a su paso.
Es probable que los ataques y atentados suicidas aumenten en momentos en que los chiíes se preparan para el festival religioso de la Ashura. El domingo, una serie de ataques con bomba provocaron la muerte de 37 peregrinos en Bagdad, según información de fuentes médicas y de la policía.
Las milicias chiíes y los combatientes peshmerga kurdos se unieron a la lucha para llenar el vacío de seguridad después de que las fuerzas militares iraquíes, financiadas por Estados Unidos, colapsaron frente a la ofensiva del Estado Islámico en el norte del país, en junio.