Por Gabriela Baczynska, Francois Murphy y Alastair Macdonald
SALZBURGO, Austria (Reuters) - Varios líderes de la UE instaron el jueves a Theresa May a que dé garantías sobre la frontera irlandesa antes de aceptar la propuesta de acuerdo para el Brexit con la que la primera ministra británica quiere evitar una salida desordenada del bloque.
A su llegada para un segundo día de cumbre en Austria, los homólogos europeos de May insistieron en su mensaje de que relaje su posición sobre la frontera entre el territorio británico de Irlanda del Norte e Irlanda, estado miembro de la UE.
En virtud de la solución de contingencia propuesta, Irlanda del Norte quedaría bajo supervisión económica de la UE si Londres y Bruselas no pueden acordar un pacto comercial para mantener abiertas las fronteras entre la UE y Reino Unido. Esta propuesta es rechazada por May y un pequeño partido norirlandés del que depende la mayoría parlamentaria del Gobierno conservador.
"Tenemos principios muy claros con respecto a la integridad del mercado único y con respecto, precisamente, a la frontera irlandesa", dijo el presidente francés Emmanuel Macron a periodistas en la cumbre en Salzburgo. "Necesitamos una propuesta del Reino Unido que preserve precisamente esta solución de contingencia en el marco de un acuerdo de salida".
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, tuvo su propia reunión privada con May a primera hora de la mañana, después de que la primera ministra pidiera a la cumbre durante la cena la noche anterior que no tomen una decisión que en la práctica dividiría el Reino Unido. Pero Varadkar advirtió de que Dublín se estaba preparando para que las conversaciones acaben sin un acuerdo si Londres se niega a ceder.
"Estamos listos para esa eventualidad, en caso de que ocurra. Pero creo que debemos reforzar nuestros esfuerzos en las próximas dos semanas para asegurarnos de que tenemos un acuerdo", dijo.
Los líderes habían escuchado educadamente a May cuando habló durante la cena, que se celebró en un teatro de Salzburgo utilizado en el final de la película "Sonrisas y lágrimas" ("The Sound of Music" en la versión original).
El presidente ejecutivo de la UE, Jean-Claude Juncker, dijo: "Fue interesante, fue educado, no fue agresivo".
"Ella está haciendo su trabajo".
Después de cenar "wiener schnitzel" (escalope vienés) y debatir durante cuatro horas el problema de los inmigrantes en Europa, le llegó el turno a May, que trató de ganarse a sus 27 compañeros preguntándoles qué harían si se les pidiera que aceptaran una "separación legal" de sus países.
May sostiene que el proyecto de contingencia dividiría a Irlanda del Norte del resto del Reino Unido en términos de aduanas después de que entre en vigor el Brexit en marzo.
Los 27 líderes no le respondieron, manteniendo un frente unido para no permitir que May se salte las negociaciones que dirige el negociador de la UE, Michel Barnier. Los dirigentes europeos debatirán el tema entre ellos durante el almuerzo del jueves, en el que se establecerá -según espera Barnier- el camino hacia un acuerdo final en un plazo de dos meses.
"LOGRAR UN ACUERDO"
"Creo que he presentado propuestas serias y viables", dijo May en la cumbre, según una fuente del Gobierno británico. "Por supuesto que no estaremos de acuerdo en todos los detalles, pero espero que respondan de manera recíproca".
"La responsabilidad de lograr un acuerdo recae sobre todos nosotros".
Por ahora, sin embargo, May se enfrentará a críticas sobre su plan de un "Brexit suave" en la conferencia del Partido Conservador que se celebra en 10 días y hay pocas señales de que uno de los dos lados ceda.
Uno de los aliados de su partido tachó de "ilusorio" y "muerto como un dodo" (en referencia a la extinta ave) el plan Brexit de May para una estrecha relación comercial con la UE que alivie el problema de la frontera irlandesa.
"En esta fase, la situación está estancada. No hay avance", dijo a Reuters la presidenta lituana Dalia Grybauskaite.
Un diplomático de alto rango de la UE dijo que May parecía estar avanzando en dirección a un acuerdo de consenso, ofreciendo nuevas propuestas para evitar que las diferentes regulaciones económicas perturben el comercio y hablando de una "vía intermedia".
Cuando apenas quedan seis meses para que Reino Unido abandone la UE, existe presión en ambas partes, ya que si no se llega a un acuerdo para atar los cabos sueltos legales se corre el riesgo de serios trastornos. "Se puede escuchar con claridad el tic-tac del reloj en la sala", dijo el diplomático. "Y eso está empezando a tener un efecto psicológico".
Altos cargos de la UE dijeron nuevamente que Reino Unido tenía que cambiar su posición sobre cómo evitar la construcción de puestos fronterizos en la frontera irlandesa, que se convertirá en la única frontera terrestre del país con la UE, así como sobre la futura cooperación económica después del Brexit.
Una fuente del gobierno sugirió que Reino Unido presentaría otras propuestas sobre Irlanda del Norte "a su debido tiempo", pero May hasta ahora ha sido reacia a abandonar su plan, elaborado en su residencia de Chequers en julio.
(Información de Gabriela Baczynska, Alastair Macdonald and Francois Murphy; traducido por Tomás Cobos en la redacción de Madrid)