(Corrige en el párrafo 2 la ubicación de la reunión a Luxemburgo, no Bruselas)
Por Julia Payne y Marine Strauss
BRUSELAS, 19 oct (Reuters) -Los ministros de la Unión Europea afirmaron el jueves que los Estados miembros deben controlar mejor a los inmigrantes y solicitantes de asilo y expulsar más rápidamente a los que supongan un riesgo para la seguridad, después de que los atentados islamistas pusieran de manifiesto lagunas.
Los ministros de Interior y Justicia se reunieron el jueves en Luxemburgo para debatir qué medidas tomar tras los atentados mortales de Bruselas y Francia, en un momento de mayor preocupación por la seguridad vinculada al conflicto entre Israel y Hamás.
"Es importante que aquellos individuos que puedan suponer una amenaza para la seguridad de nuestros ciudadanos sean devueltos a la fuerza, inmediatamente", declaró a la prensa la comisaria europea de Migración, Ylva Johansson, antes de la reunión.
"Tenemos que ser más eficientes, cerrar las lagunas y ser más rápidos en las decisiones para llevar a cabo las devoluciones."
El atacante tunecino de 45 años que mató el lunes a dos aficionados suecos en la capital belga residía ilegalmente en el país tras serle denegada la solicitud de asilo.
Llegó a la UE a través de la isla italiana de Lampedusa en 2011 y también vivía en Suecia. Fue abatido por la policía belga.
El joven islamista de 20 años de Ingusetia, nacido en Rusia y acusado de matar a puñaladas a un profesor el viernes en el norte de Francia, era conocido antes del ataque como un posible riesgo para la seguridad, pero no podía haber sido expulsado en virtud de la legislación vigente, según Francia.
"Nos damos cuenta de que todavía hay un poco de ingenuidad, tanto en las instituciones de algunos países como en la UE", declaró el ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, a su llegada a la reunión de la UE, en la que pidió una rápida aplicación de las tan debatidas normas migratorias de la UE y decisiones más rápidas sobre las solicitudes de asilo.
Los defensores de esta inminente revisión de las políticas migratorias de la UE —que se espera esté finalizada este año— afirman que mejoraría la situación, entre otras cosas facilitando repatriaciones más rápidas de extranjeros con antecedentes penales.
El atentado de Bruselas puso de relieve los fallos persistentes de los problemáticos sistemas de migración y asilo de la UE, como las lagunas en materia de seguridad y la ineficacia de las repatriaciones. Solo se expulsa a una quinta parte de las personas cuyos casos de asilo fracasan en Europa.
La reunión del jueves será también la primera ocasión en que los ministros intercambien puntos de vista en persona desde el ataque del 7 de octubre del grupo militante palestino Hamás, en el que murieron al menos 1.400 israelíes, en su mayoría civiles, y al que Israel respondió bombardeando Gaza.
No se espera que los ministros tomen decisiones concretas, pero sí que debatan temas como qué acontecimientos concretos podrían provocar la huida masiva de palestinos o desencadenar actos violentos dentro del bloque.
También hay un nuevo impulso a los acuerdos con países africanos —entre ellos Egipto y Marruecos— similares al que la UE ha sellado con Túnez, ofreciendo ayuda a cambio de que Túnez reduzca las salidas hacia Europa.
Los detractores de las nuevas políticas de migración y asilo de la UE dudan de su eficacia y señalan los crecientes riesgos para los derechos humanos, mientras la atención se centra en disuadir la inmigración no autorizada.
La UE, un bloque de 450 millones de personas, ha registrado este año unas 250.000 llegadas irregulares, en gran parte ayudadas por contrabandistas.
(1 dólar = 0,9488 euros)
(Reporte de Gabriela Baczynska, Marine Strauss, Julia Payne y Bart Meijer. Redacción de Gabriela Baczynska e Ingrid Melander. Edición de Philippa Fletcher y Alison Williams; Editado en español por Flora Gómez)